Tras el muy descontado recorte de tipos de 25 puntos básicos en la Eurozona (también el banco central canadiense recortó este pasado miércoles un cuarto de punto), esta semana es el turno de la FED y, en su caso, la posibilidad que siga la misma estela es prácticamente nula de acuerdo con las expectativas de los mercados a día de hoy. No obstante, sí se descuenta que ello pueda ocurrir en reuniones próximas (julio o septiembre) por lo que el discurso del jueves de su presidente en su habitual comparecencia tras las reuniones, tendrá especial relevancia e impacto en los mercados.
Antes de ello se conocerá el IPC americano de mayo (miércoles) que, si bien no se esperan cambios ni en la tasa anual ni en la subyacente, una sorpresa positiva que no descartamos, podría aumentar las posibilidades que la primera bajada de tipos en USA ocurra ya en la siguiente reunión de julio.
Es probable que durante los próximos días se romperá la tendencia lateral de los principales índices bursátiles mantenida desde marzo, volviéndose a conquistar nuevos máximos. La razón de este optimismo hay que encontrarla en que el crudo cotiza actualmente por debajo de 80 $, con tendencia a la baja, y el bono a 10 años americano está por debajo del 4,50% de rentabilidad.
Respecto al Euríbor no esperamos fuertes movimientos aunque creemos que debería continuar con la ligera tendencia bajista iniciada el miércoles de la semana pasada tras las subidas que provocó el discurso de Chirstine Lagarde que lo aupó cerca de máximos anuales, algo que en absoluto estaba justificado.