Hace unos años cayó una banda que se dedicaba a falsificar botellas de vino, básicamente buscaban los vinos más valiosos del mercado (por ejemplo un Pingus de 1.900€) y mediante catas buscaban uno similar, en este caso un Ribera del Duero de 19€, lo cambiaban la botella, la etiqueta y el corcho y lo vendían por Internet como el caro.
En total llegaron a vender más de 1.500 botellas con un beneficio de más de un millón y medio de euros, al parecer fue un cliente danés el que se dio cuenta de que le estaban dando gato por liebre. Como veis, un negocio redondo hasta que te pillan. Se trata de un tipo de timo muy común.
¿Y qué ocurrió con el resto de los clientes? Pues que seguramente les supo este vino, como el mejor del mundo.
El gusto del vino no depende solo del vino. El sabor es una combinación de la bebida en la copa y el ambiente en el que se degusta. La temperatura del vino importa. También lo hacen las circunstancias, la compañía que se tiene y la comida con la que la acompaña.
Cuando uno bebe un vino, no importa el precio, la percepción del vino influirá en la forma en que experimenta el sabor. Si crees que es un vino caro, entonces probablemente sabrá como un vino caro, más sofisticado y seguramente mejor.
En un estudio, 20 participantes probaron cinco Cabernet Sauvignon clasificados por precio (de $5 a $90) mientras estaban dentro de una máquina de resonancia magnética que medía la actividad cerebral (vale, quizás no sea el mejor sitio para dagustar un buen caldo). La trampa es que sólo se utilizaron tres vinos reales. Uno de los vinos de 5$, por ejemplo, fue servido también como un vino de 45$.
Los participantes del estudio encontraron que los vinos más “caros” sabían mejor. Se prefirió la botella de 90$ a la de 10$, incluso cuando eran el mismo vino. El córtex prefrontal se iluminó cuando se degustaron los vinos más caros, amplificando su placer al beberlo. Dicho de otra manera, por experiencia sabemos (o al menos creemos) que lo caro suele ser mejor y cuando nos sirven algo que creemos es caro, no sabe mejor.
Resulta que hay mucho más en una experiencia placentera de degustación de vinos que el vino en sí. El gusto del vino simplemente no puede separarse de nuestras percepciones sobre su precio y calidad, así como de los factores ambientales -como una buena compañía- que influyen en cómo interpretamos el momento.
Seguramente cuando uno se bebe un Pingus de 1.900€ o un Vega Sicilia de 375€ es porque la ocasión lo merece y probablemente lo que haga de esa cata algo inolvidable no sea el vino, si no el conjunto de sensaciones y vivencias que lo rodea. Y esto, ocurre con el vino caro y con la vida en general.
4 comentarios
Yo lo tengo claro… un Ribera de 19€ es cojonudo y me vale…
Y no, no lo confundo con uno de 5€, la diferencia es grande y se nota y mucho…
Vivimos en un pais con buen vino y hasta el de 5€ no esta mal, pero ya si te gastas 25€ bebes un buen caldo.
tambien te puedes gastar 2500€ pero eso ya es porque quieres/puedes.
Personalmente tendría mucha dificultad de distinguir un vino de1900€ de uno de 190€ , por eso no compro ni el uno ni el otro, me quedo con el de 19€
En varias visitas a bodegas y catas que he tenido la ocasion de visitar, y degustar, al final casi siempre la conclusion es que el vino bueno es el que a cada uno le gusta. El precio de la botella viene dado por muchos factores com el año, la produccion, la cantidad y calidad de la cosecha… etc
A una persona que le gusten mucho los blancos, aunque le pongas el mejor tinto seguramente no lo valorarà igual
Comparto plenamente la opinion de Juanito, un Ribera de 19€ seguramente sea un buen vino
Y ya solo me queda felicitar al caballero Danés que descubrió el percal por su fino y agudo paladar
Lord Varys: [a Tyrion] ¿Sabías que ha habido una marcada caída en el robo?
Tyrion Lannister: No lo sabía.
Tyrion Lannister: [a Bronn] ¿Y cómo lograste esta marcada caída en el robo?
Bronn: Los muchachos y yo reunimos a todos los ladrones conocidos.
Tyrion Lannister: ¿Para interrogarlos?
Bronn: Ahhh, no.
[Tyrion parece molesto]
Bronn: Ahora tenemos que preocuparnos sólo de los ladrones desconocidos.
Después de haber sufrido una estafa en persona, a un familiar sufrir otra, y de saber que hay gente con varias órdenes de arresto paseándose tranquilamente por ahí, la verdad es que no entiendo cómo somos tan “permisivos” con ciertas faltas y delitos “leves”…
Y me atrevería a incluir la “ok.upación”…
Tal vez no en todos los casos; pero sí cuando se producen en domicilios habituales (que sí, son los menos) y en otras circunstancias similares…
Este enlace es ya “antiguo”; pero hay muchos más comentando el tema:
https://www.elindependiente.com/opinion/2018/11/30/espana-paraiso-de-ladrones/
Hay una serie creo titulada EL SAPO SA ,en la que un ladrón profesional relata personalmente sus operaciones ya prescritas. En uno de los primeros capítulos dice que solo trabaja en España por si lo capturan, le convence la ley penitenciaria española.