La deuda consolidada de las empresas no financieras, hogares e instituciones sin ánimo de lucro se situó en 1,63 billones de euros al cierre del primer trimestre, lo que representa una disminución del 1,1% respecto al mismo periodo del año anterior y un descenso al 110,1% del PIB, frente al 119,3% de marzo de 2023, según las cuentas financieras de la economía española publicadas este miércoles por el Banco de España.
Esta caída en la deuda se debe tanto a las empresas como a las familias. La deuda consolidada de las sociedades no financieras se redujo de 952.400 millones de euros en el primer trimestre de 2023 a 948.800 millones en marzo de 2024. En términos del PIB, la ratio bajó del 69% al 64,1%.
Por otro lado, la deuda de los hogares disminuyó de 695.800 millones de euros en marzo de 2023 a 681.500 millones en marzo de 2024, reduciendo la ratio sobre el PIB al 46% en el primer trimestre de 2024, frente al 50,4% del año anterior.
Los activos financieros en manos de las familias alcanzaron los 2,88 billones de euros en el primer trimestre de 2024, un 6,7% más que un año antes. Este aumento se debe a una revalorización de 125.000 millones de euros y una adquisición neta de activos financieros de 55.000 millones de euros.
Por instrumentos financieros, la revalorización se concentró en participaciones en el capital y fondos de inversión. La adquisición neta de activos destacó en la inversión en fondos de inversión, seguida por valores representativos de deuda y depósitos. El crecimiento de los activos financieros fue menor que el del PIB, reduciendo la ratio en 0,9 puntos porcentuales hasta el 194,8% en el primer trimestre de 2024.
En cuanto a la distribución de los activos financieros de los hogares, el 37% se mantuvo en efectivo y depósitos, seguido de participaciones en el capital (30%), fondos de inversión (16%) y seguros y fondos de pensiones (13%).
Las participaciones en fondos de inversión incrementaron su peso en los activos financieros de los hogares en un punto porcentual respecto al año anterior, principalmente debido a su revalorización. Mientras tanto, el peso del efectivo y los depósitos cayó dos puntos.
De esta forma, la riqueza financiera neta de los hogares y las instituciones sin ánimo de lucro, obtenida al restar sus pasivos de sus activos financieros, alcanzó los 2,14 billones de euros en marzo de 2024, un aumento del 9,8% respecto al año anterior. En porcentaje del PIB, los activos financieros netos representaron el 144,7%, una ratio 3,4 puntos mayor que hace un año.