Empiezo mal el artículo titulándolo como lo he hecho ya que el Premio Nobel de Economía en verdad se llama Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel, fueron creados en 1968 para celebrar el 300 aniversario de la fundación de este Banco Central y son financiados por esta institución y no por la Fundación Nobel. Es un premio fuertemente criticado, ya que al igual que el Nobel de la paz suele tener un componente ideológico bastante fuerte que no deja indiferente a nadie. Friedrich Hayek, representante de escuela austriaca del liberalismo y ganador en 1974, cuando se le pidió su opinión sobre el premio dijo que estaba “fuertemente en contra” de su creación y que ningún hombre debería ser señalado como si fuese una referencia en un tema tan complejo como la economía. El sueco Gunnar Myrdal, también ganador, argumentó que el premio debería ser abolido porque había sido dado a “reaccionarios”, como el propio Hayek
Vamos a ver cinco teorías económicas a las que se otorgó el premio que creo son de interés general. Son ideas que probablemente escuchas en las noticias, porque se aplican a aspectos importantes de nuestras vidas cotidianas.
Gestión de recursos comunes
En 2009, la catedrática de ciencias políticas de la Universidad de Indiana Elinor Ostrom fue la primera mujer a la que se concedió el premio. Lo recibió «su análisis del gobierno económico, en particular, de los comunes». La investigación de Ostrom demostró cómo los grupos trabajan juntos para gestionar recursos comunes como el suministro de agua, las reservas de pescado y langosta y los pastos a través de derechos de propiedad colectivos. Demostró que la teoría dominante del ecologista Garrett Hardin sobre la «tragedia de los comunes» (que vimos por aquí hace un año) no es único resultado posible, o incluso el resultado más probable, cuando la gente comparte un recurso común. La teoría de Hardin afirma que los recursos comunes deberían ser propiedad del gobierno o divididos en lotes de propiedad privada para evitar que los recursos se agotasen por su uso excesivo. Afirmaba que cada usuario individual intentaría obtener el máximo beneficio personal del recurso en detrimento de usuarios que llegasen después que él. Ostrom demostró que los recursos comunes se pueden gestionar de manera efectiva colectivamente, sin gobierno o control privado, en la medida en que los que los utilicen estén físicamente próximos a ellos y tengan relación entre ellos. Como los extraños y organismos del gobierno no entienden las circunstancias o normas locales y carecen de relación con la comunidad, no pueden gestionar los recursos convenientemente. Por el contrario, los implicados a los que se permite participar en la gestión de los recursos autocontrolarán que todos los participantes siguen las normas de la comunidad.
Económica conductual
El premio de 2002 se otorgó al psicólogo Daniel Kahneman, «por haber integrado las perspectivas de la investigación psicológica en las ciencias económicas, en particular, respecto al juicio humano y la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre». Kahneman demostró que la gente no siempre actúa por propio interés racional, según la teoría económica de la maximización de la utilidad esperada podría predecir. Se trata de un concepto importante en el campo de estudio conocido como finanzas conductuales. Kahneman llevó a cabo su investigación con Amos Tversky, pero Tversky no fue nominado para recibir el premio porque falleció en 1996 y este no se otorga póstumamente.La pareja identificó las preferencias cognitivas comunes que hacen que la gente utilice un razonamiento defectuoso para tomar decisiones irracionales. Las preferencias incluyen el efecto anclaje, la falacia de la planificación y la ilusión de control. El artículo de Kahneman y Tversky, «Prospect Theory: An Analysis of Decision under Risk» (Posible teoría: un análisis de las decisiones ante una situación de riesgo) es uno de los más citados en los diarios económicos. Su teoría posible ganadora del premio demuestra cómo la gente toma decisiones en situación de incertidumbre. Solemos utilizar directrices irracionales como imparcialidad percibida y aversión a perder, que se basan en emociones, actitudes y recuerdos, no en la lógica. Por ejemplo, observaron que nos esforzaremos más para ahorrar unos dólares en una pequeña compra que ahorrar el mismo importe en una compra de mayor envergadura. Kahneman y Tversky también demostraron que la gente suele utilizar reglas generales, como representatividad, para realizar juicios que contradicen las leyes de la probabilidad. Por ejemplo, si tengo un vecino sólo come pizzas, lleva camisetas frikis y está todo el día con el ordenador, lo más probable es que piense trabaja como informático. Mi decisión esta basada en una descripción próxima al estereotipo del informático, es un juicio por representatividad. Sin embargo, si hubiera tenido en cuenta otros factores, como la cantidad de informáticos con respecto a la cantidad de otros profesionales, mi juicio habría variado y hubiera aumentado la probabilidad de acierto. Mantener este tipo de respuestas nos lleva al error y ser consciente de ello puede evitarlo.
En 2001, George A. Akerlof, A. Michael Spence y Joseph E. Stiglitz ganaron el premio «por sus análisis de los mercados con información asimétrica». El trío demostró que los modelos económicos basados en información perfecta con frecuencia están equivocados porque, en realidad, una parte en una operación suele tener más información, un fenómeno conocido como «información asimétrica».Entender la existencia de información asimétrica ha mejorado el entendimiento de cómo varios tipos de mercados funcionan en realidad y de la importancia de la transparencia societaria. Akerlof demostró cómo las asimetrías de la información en el mercado de los coches usados, en el que los vendedores saben más que los compradores sobre la calidad de sus vehículos, puede crear un mercado con muchos limones (un concepto conocido como «elección negativa»). Una publicación clave relacionada con este premio es el artículo periodístico de Akerlof de 1970, «The Market for ‘Lemons’: Quality Uncertainty and the Market Mechanism» (El mercado para “limones”: incertidumbre de la calidad y el mecanismo del mercado). La investigación de Spence centrada en las señales, o cómo los agentes del mercado mejor informados pueden transmitir información a los peor informados. Por ejemplo, demostró cómo los solicitantes de empleo pueden utilizar los logros académicos como una señal a los potenciales empleadores sobre su productividad probable y cómo las empresas pueden señalar su rentabilidad a los inversores emitiendo dividendos. Stiglitz demostró que las aseguradoras pueden aprender cuándo un cliente representa un riesgo mayor de incurrir en gastos elevados (un proceso que él denominó «proyección») ofreciendo distintas combinaciones de desgravaciones y primas. Hoy, estos conceptos están tan expandidos que los damos por sentado, pero cuando fueron desarrollados por primera vez fueron innovadores.
Y otro día, continuaremos con más….
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El novel Claudia Goldin. Es interesante.