Lecciones económicas de Bob Esponja.

por Carlos Lopez

Lecciones económicas de Bob Esponja. 4

Este año ha cumplido 25 años Bob Esponja, uno de los personajes de animación más importante, queridos (y también odiados) de este siglo y yo me declaro admirador de la pandilla de fondo de Bikini.

¿Qué podemos aprender aprender de ellosi? ¿Que lecciones podemos sacar de una Cangreburguer? ¿Podrá Calamardo enseñarnos algo de economía o será el Señor Cangrejo el que lo haga?.

Bob Esponja tiene la integridad que todo emprendedor y trabajador deberían imitar.

Cuando el Señor Cangrejo, en un episodio llamado «Cambio de turno», dice a sus empleados que el Crustáceo Crujiente estará abierto a partir de entonces 24 horas al día, Bob Esponja empieza a temblar. En el episodio «Solo un mordisco», cuando Calamardo se cuela en el Crustáceo Crujiente durante la noche para comer en secreto algunas cangreburgers, encuentra a Bob Esponja y le pregunta qué hace ahí. «Siempre vengo a las 3 de la mañana», responde Bob Esponja. «Es el momento en el que cuento las semillas de sésamo».

Es increíble la ética profesional de Bob Esponja, su capacidad para trabajar con lo que tiene y obtener lo mejor de cada situación. Como veremos adelante, el trabajo no debe controlar nuestra vida, pero debemos hacerlo lo mejor posible (siempre y cuando te paguen puntualmente, como hace el Señor Cangrejo)

No te alejes de tus competencias principales.

En «La esponja crujiente», un crítico gastronómico alaba a Bob Esponja por ser una de las dos razones para visitar el Crustáceo Crujiente (siendo las cangreburgers la primera razón). El señor Cangrejo está entusiasmado con la idea de promocionar a Bob Esponja como otra razón para visitar su restaurante. Tan encantado, de hecho, que se pasa, cambiando el nombre del restaurante a Esponja Crujiente y haciendo que su siempre descontento empleado Calamardo lleve un traje de Bob Esponja. Bob Esponja, entretanto, tiene que conducir un tren Bob Esponja fuera del restaurante. De hecho, se ignora la principal razón de ser del restaurante, la comida. Y justo como sería de esperar en la vida real, los clientes se ponen enfermos después de ingerir la comida.

Otro ejemplo de este tipo es el episodio en el que Perla, la hija del señor Cangrejo, quiere cambiar el menú y la estrategia de marketing del Crustáceo Crujiente para estar a la última, Bob Esponja se siente totalmente incómodo con la situación porque se aleja de la estrategia “principal”. Finalmente, Perla se va del restaurante, que vuelve a la normalidad. ¿Lección? “Zapatero a tus zapatos,” (esto no va con segundas)

La calidad es importante.

En el episodio, «Cangrejo nace de nuevo», el señor Cangrejo obliga a Bob Esponja a vender una cangreburger vieja, asquerosa e infestada de gérmenes, que encontró bajo la parrilla. El señor Cangrejo no puede soportar la idea de que su carne, que debería haberse utilizado para ganar dinero, se pueda desperdiciar. Sin embargo, las semanas pasan y el Crustáceo Crujiente pierde mucho negocio hasta que el señor Cangrejo, intentando demostrar que la carne está en perfecto estado, se la come y acaba en el hospital.

Después, en el episodio «Carne a bombo y platillo», Bob Esponja abre su propio puesto, vendiendo «colorburgers», cangreburguers de distintos colores. Bob Esponja acaba teniendo unos 46.853 clientes. Por desgracias, las colorburguers hacen que los peces de Fondo de Bikini cambien de color y los clientes se enfadan.

La lección que pueden aprender los emprendedores, es que se debe ser sincero con lo que se vende. Los clientes no son tontos. Se darán cuenta enseguida de lo que estás haciendo. La estrategia a largo plazo es la clave para los clientes.

Y, por supuesto, ni siquiera hemos mencionado al archienemigo del señor Cangrejo, Placton, que siempre intenta robar la receta de la cangreburguer. Placton reconoce claramente que la calidad de la fórmula atraería a los clientes, pero es demasiado vago para conseguir algo mejor por sí mismo. Por el contrario, su restaurante, Cubo de Cebos, es conocido en todo Fondo de Bikini por servir comida de mala calidad.

Obtienes lo que pagas.

Cuando el señor Cangrejo graba un anuncio de televisión para promocionar el Crustáceo Crujiente, se graba a sí mismo para reducir costes, y paga por una franja horaria barata, la de las 3:28 de la mañana. No sorprende que pocos peces de Fondo de Bikini lo vean.

En «Tierra de cangrejos», el señor Cangrejo imagina que puede hacer una fortuna si tiene un parque para niños en su restaurante (reflejo de los parques de McDonald’s). Resulta caótico, porque lo hace con pocos medios y sin mucha seguridad. Al final del episodio, los niños han atado al señor Cangrejo y le están dando de comer judías blancas. Si eres barato insultando a tus clientes, al final serás el que probablemente pierda con ello.

No dejes que tu trabajo controle tu vida.

A excepción de Patricio, todo el mundo en la serie tiene trabajos muy definidos, y al menos, la mitad de la misma gira entorno a sus trabajo, algo que no se ve en muchos dibujos animados. En Bob Esponja se toman muy en serio sus trabajos.

En los episodios en los que Bob Esponja pierde su trabajo o espátula, su vida se va al traste, y pensando en ello, es lo que con frecuencia define nuestras propias situaciones también. Cuando perdemos nuestros trabajos, nuestro mundo, literalmente, se desmorona. Uno de los mejores ejemplos de ello es el episodio en el que Bob Esponja pierde el letrero con su nombre. Literal y figurativamente, es una completa pérdida de identidad.

Ciertamente, cuando Bob Esponja descubre que el letrero con su nombre ha desaparecido, se pone histérico hasta que se desmaya. En ese momento animado, Bob Esponja se convierte en algo distinto a unos dibujos animados para niños. Es un cuento con moraleja para el hombre de negocios del siglo XXI, una advertencia para todo el mundo, desde el Consejero Delegado al más bajo cocinero de fritos, que aunque es estupendo dedicarse por entero a la carrera profesional, siempre se pueden llevar las cosas demasiado lejos.

1 comenta

Chema_M 25 julio 2024 - 2:55 PM

Antes de verlo por primera vez, leí críticas muy duras sobre Bob Esponja, con lo que tenía cierto prejuicio. Luego con mis hijos comencé a verlo y ahora me parece una de las mejores series de dibujos. Creatividad e imaginación a raudales, personajes carismáticos, situaciones desternillantes.

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