El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, anunció ayer que la institución ha decidido mantener los tipos de interés en el rango del 5,25% al 5,5% por octava reunión consecutiva. Aunque no descarta una posible reducción en septiembre, ha enfatizado que se mantendrá atento tanto a la inflación como al empleo.
“No creemos que sea adecuado reducir el rango objetivo del tipo de interés hasta que tengamos más confianza en que la inflación se mueve de manera sostenida hacia el 2%”, afirmó ayer Powell.
El líder de la Fed ha reconocido que están ganando confianza en este proceso, por lo que considera que “no es necesario estar centrado al 100% en la inflación” gracias a los avances realizados. Sin embargo, Powell ha recordado que la lucha contra la inflación “aún no ha terminado”.
Powell ha indicado que el mercado laboral será monitoreado de cerca, en línea con el doble mandato del banco central de asegurar la estabilidad de precios y niveles óptimos de empleo.
“A medida que el mercado laboral se ha enfriado y la inflación ha descendido, los riesgos para la economía han aumentado y los objetivos de inflación siguen equilibrándose mejor”, ha explicado.
El ‘guardián del dólar’ ha reiterado que, de modificarse la tasa de referencia, se analizarán el balance de riesgos y los datos en su totalidad, no solo variables específicas.
Además, ha adelantado que si la economía sigue mostrando solidez y la inflación persiste, los tipos se mantendrán. Por el contrario, si el mercado laboral se desacelera o si la inflación cae más de lo previsto, la Fed “estará preparada para responder”.
Powell ha señalado que no se ha tomado ninguna decisión sobre la reunión de septiembre, pero la posibilidad de un recorte de tipos “podría estar encima de la mesa” si la inflación cae “con rapidez” o, al menos, en línea con las proyecciones actuales. Asimismo, debería mantenerse un crecimiento “razonablemente vigoroso” y un mercado laboral “relativamente fuerte”.
En cualquier caso, ha repetido, como en otras ocasiones, que bajar los tipos demasiado pronto podría poner en riesgo el control de la inflación y que hacerlo demasiado tarde podría afectar “indebidamente” al PIB y al empleo.