Aunque nos parezca una tecnología relativamente nueva, los vehículos híbridos andan por ahí hace mucho más tiempo que los coches impulsados por gasolina, que se inventaron y se hicieron populares en el siglo XIX. A continuación detallamos varios intentos de creación de coches híbridos a lo largo de la historia:
Intentos anteriores al siglo XVIII
Se cree que el primer movimiento hacia los vehículos híbridos tuvo lugar en 1665, cuando Ferdinand Verbiest, un sacerdote jesuita, empezó a trabajar en planes para un vehículo sencillo de cuatro ruedas que podría funcionar con vapor o ser tirado por un caballo. Durante un período de quince años, Verbiest trabajó para perfeccionar su creación, a pesar de que no hay pruebas de que este vehículo híbrido llegase alguna vez a buen término.
Nicholas Cugnot propuso un carruaje accionado por vapor en 1769. Su invención no solo salió de la mesa de diseño, sino que fue capaz de desplazarse hasta una velocidad máxima de casi 10 kilómetros por hora. Lamentablemente, conseguir el vapor suficiente para viajar a cualquier distancia real era difícil de lograr, de modo que el proyecto del francés no condujo a innovaciones en el transporte de masas.
El progreso del siglo XIX
Escocia fue la cuna del primer coche eléctrico en 1839. Diseñado por Robert Anderson, el vehículo tenía unas posibilidades limitadas y una batería que era difícil de recargar. En 1870, Sir David Solomon propuso un motor más ligero para un carruaje, pero seguía planteando problemas la creación de una batería que pudiera recargarse de forma fácil y fiable. Con unas posibilidades muy limitadas y un costoso proceso de recarga su idea no llegó muy lejos.
En una década, los inversores de Londres mostraron interés en desarrollar un taxi eléctrico. El diseño supuestamente requería un sistema de una batería de 28 células que haría funcionar un pequeño motor eléctrico. Aunque no se utilizó de forma regular, preparó el terreno para un intento con mayor fortuna en 1897. En aquel año, la London Electric Cab Company empezó a dar servicio a la ciudad, utilizando taxis impulsados por una batería de 40 células y un motor eléctrico de tres caballos. Apodado el «taxi de Bersey» por su inventor, Walter Bersey, el taxi podía recorrer alrededor de 80 kilómetros antes de que la batería necesitase recarga.
Porsche desarrolló el primer motor eléctrico y de combustión interna en 1898. Las baterías eléctricas estaban situadas en los bujes. Este vehículo, el Lohner Electric Chaise, podía recorrer una distancia de unos 65 kilómetros con la energía de la batería únicamente.
Innovaciones del siglo XX
1900 presenció la creación del híbrido de gas y electricidad en Bélgica. Desarrollado por Pieper, un fabricante de coches belga, el motor de 3,5 caballos se unió a un motor eléctrico, que se encontraba debajo del asiento. Cuando el vehículo necesitaba potencia adicional para subir por una pendiente pronunciada, el motor eléctrico se ponía en funcionamiento y daba empuje al motor de gas. En 1905, en América, un caballero llamado Piper recibió una patente por un diseño similar. Sin embargo, no constan registros de que el híbrido se construyera realmente.
A comienzos de 1910, una empresa denominada «Commercial Built Trucks» que utilizaba un motor de gas de cuatro cilindros, que alimentaba a un generador, eliminaba la necesidad de una transmisión o batería. La empresa dejó de producir en 1918.
Después de un largo período de tranquilidad, los coches híbridos resurgieron de nuevo en 1969. El General Motors 512 fue diseñado para funcionar íntegramente con energía eléctrica a una velocidad de unos 16 kilómetros a la hora. Entre los 16 y los 20 kilómetros por hora, el vehículo funcionaba mediante una combinación de energía eléctrica y combustión de gas. Por encima de los 20 kilómetros por hora, el vehículo funcionaba exclusivamente mediante el motor de gas.
Después del embargo de petróleo de 1973, el interés por los coches híbridos alcanzó su máximo. Volkswagen desarrolló un vehículo híbrido llamado el Taxi, que fue exhibido por todas partes en salones del automóvil por todos los Estados Unidos y otros lugares. El Taxi tenía la capacidad de alternar entre un motor eléctrico y un motor de gasolina con mayor eficiencia que cualquier híbrido mostrado hasta el momento.
En 1975, American Motors desarrollo una flota de furgonetas eléctricas para el servicio postal, que probaron extensamente. Lamentablemente, el proyecto no alcanzó el nivel de éxito que todo el mundo esperaba.
Dave Arthurs desarrolló un vehículo híbrido en 1979, utilizando su Opel GT como la estructura para crear un híbrido mezcla, utilizando un motor de cortador de césped de seis caballos, un motor eléctrico de 400 amperios y una serie de baterías de seis voltios. Arthurs pudo demostrar que su híbrido podía alcanzar unos 120 kilómetros por cada 4,6 litros.
Audi estrenó un híbrido en 1989, llamado Audio Duo. El híbrido utilizaba un motor eléctrico de 12,6 caballos, impulsado por una batería de níquel-cadmio. El motor eléctrico impulsaba las ruedas traseras del vehículo. Un motor de gas de 2,3 litros y cinco cilindros impulsaba las ruedas delanteras.
En 1997, Toyota introdujo el Prius exclusivamente en el mercado japonés. Ese primer año, se vendieron 18.000 de Prius y parecía ser el primer vehículo híbrido comercializado masivamente de forma significativa en el mundo.
Desarrollos del siglo XXI
Ya terminando el siglo XX, en 1997 Toyota lanzó el primer vehículo híbrido en serie del cual han vendido más de 20 millones a nivel mundial. Con él comenzó una nueva era hacia la electrificación que se impulsó definitivamente en 2003 con el nacimiento de Tesla y últimamente con los fabricantes chino.
5 comentarios
“Comenzó una nueva era hacia la electrificación que se impulsó definitivamente en 2003 con el nacimiento de Tesla y últimamente con los fabricantes chinos”. Lo siento, pero discrepo. En realidad la nueva era comenzó cuando todos los gobiernos de occidente tomaron la decisión de DEMONIZAR el automóvil de combustión, obligando, por las buenas o por las malas, a que los fabricantes abrazaran el concepto de un vehículo menos útil y eficiente y cuyo menor impacto en términos de contaminación es discutible.
Los alemanes no han dicho ya que tururu…….
El coche eléctrico nos podrá gustar más o menos; pero creo que ha llegado para quedarse, con posibles variaciones, y es que el coche de pila de hidrógeno no deja de ser un coche con un motor eléctrico, con un sistema un tanto distinto de alimentar a ese motor…
En fin, yo tengo bastante claro que, por mucha prohi,bición que se quiera imponer ahora, en el futuro no habrá otra que permitir la convivencia de motores térmicos con los eléctricos y otros que vayan surgiendo…
De ahí el desarrollo de combustibles artificiales de “impacto cero”…
En fin, tiempo al tiempo y ya lo iremos viendo…
Creo que no has mencionado los Hispano Suiza eléctricos fabricados en Barcelona en el siglo XIX.
Y tampoco los Camiones eléctricos de la marca Autarquía de los años 40.
Creo que escucha usted cierto Podcast.