Entre abril y junio, se registraron 2.247 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales, lo que supone una disminución del 17,5% en comparación con el mismo periodo de 2023. Esta cifra es la más baja en un segundo trimestre desde 2020, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si se compara con los tres primeros meses del año, las ejecuciones sobre viviendas habituales también cayeron, en este caso un 6,2%. Esta estadística del INE tiene como objetivo recopilar trimestralmente el número de certificaciones de ejecuciones hipotecarias iniciadas e inscritas en los Registros de la Propiedad. Además, recuerdan que no todas las ejecuciones acaban necesariamente con el desalojo de los propietarios.
En total, durante el segundo trimestre se iniciaron 5.534 ejecuciones hipotecarias, lo que representa un aumento del 3,3% respecto al mismo periodo del año pasado y un 2,5% más que en el trimestre anterior. De estas, 5.177 correspondieron a fincas urbanas, que incluyen tanto viviendas como otros tipos de propiedades, mientras que 358 afectaron a fincas rústicas.
Las ejecuciones sobre fincas urbanas subieron un 2,1% en términos interanuales y un 4,6% respecto al trimestre anterior. Dentro de este grupo, 3.225 correspondieron a viviendas, un 13,2% menos que el año anterior, y un 2,8% menos en comparación con el trimestre anterior. De estas, 2.727 ejecuciones afectaron a viviendas de personas físicas, lo que supone una reducción del 17,1% interanual y del 3,7% respecto al primer trimestre.
En contraste, las ejecuciones sobre viviendas de empresas aumentaron un 17,2% en tasa interanual y un 2,5% frente al trimestre anterior, alcanzando las 498. Por otro lado, las ejecuciones sobre solares cayeron un 18,3% respecto al año anterior, aunque repuntaron ligeramente en el trimestre (+1%), sumando un total de 103.
En cuanto a las fincas rústicas, las ejecuciones crecieron un 26,1% en términos anuales, aunque bajaron un 20,7% respecto a los tres primeros meses del año.