La Reserva Federal de Estados Unidos decidió ayer actuar con contundencia al rebajar de 50 puntos básicos en los tipos de interés, lo que equivale a dos recortes estándar de 25 puntos. Este ajuste ha generado un gran movimiento en el mercado de divisas, con el euro fortaleciéndose frente al dólar. En los últimos dos meses, la moneda europea ha ganado cerca de un 3% frente a la estadounidense, debido a las expectativas de recortes y las subidas recientes. Mientras que la Fed ha actuado rápidamente, al Banco Central Europeo (BCE) le ha costado más tomar decisiones, dejando la presión sobre este último.
La rebaja de la Fed sitúa los tipos de interés en el rango del 4,75% al 5%, con previsiones que apuntan a una disminución hacia el 4,4% en 2024 y al 2,9% en 2026. La rapidez del movimiento de la Fed contrasta con las dudas en la zona euro, donde algunos ya sugieren que el BCE debería adelantar los recortes de tipos previstos para 2025. Si no lo hace, el fortalecimiento del euro y el debilitamiento de las exportaciones podrían afectar negativamente a la economía europea, agravando los problemas de crecimiento y empleo.
Algunos economistas advierten que el BCE debe tener en cuenta las diferencias en tipos de interés con la Fed, ya que estos pueden tener efectos tangibles en la economía europea. El fortalecimiento del euro se debe en gran parte a la actitud más agresiva del BCE en comparación con la Fed, lo que ha impulsado el euro frente al dólar.
El debate dentro del BCE está activo, especialmente tras las declaraciones del gobernador del banco central portugués, Mário Centeno, quien sugirió que el BCE podría verse obligado a acelerar los recortes de tipos para evitar no cumplir con sus objetivos económicos. Aunque la presidenta del BCE, Christine Lagarde, insinuó que no habría cambios hasta diciembre, las opiniones dentro del Consejo de Gobierno están divididas. Algunos, como el eslovaco Peter Kazimir, son partidarios de esperar hasta finales de año, mientras que otros, como Philip Lane, prefieren mantener la opción abierta para actuar en octubre.
El reciente movimiento de la Fed ha incrementado las expectativas de que el BCE recorte los tipos antes de lo previsto. Este cambio en la política monetaria estadounidense ha provocado un aumento en las apuestas del mercado a favor de un recorte en octubre, pasando del 25% al 30% tras la decisión de la Fed. La caída del precio del petróleo también está poniendo más peso en la balanza a favor de una bajada de tipos.
A medida que la Fed sigue recortando tipos, los efectos podrían contagiarse al BCE, a pesar de que este mantenga su política actual. Las decisiones de la Fed han sido, en muchos casos, un factor determinante en las acciones del BCE desde 2021. Lo que ocurra en octubre será clave para ver si este patrón se mantiene. Mientras tanto, el euro sigue fortaleciéndose frente al dólar, alcanzando 1,1174 en su cruce.