Diez lecciones para la vida sacada de la bolsa

El mayor consuelo que uno tiene cuando hace una mala inversión en bolsa es que al menos ha recibido una buena lección que a veces puede tener un valor mayor a lo perdido. Hoy veamos 10 lecciones que me gustaría no haber aprendido de la manera en lo que lo hice.

No puedes predecir el futuro. Todo el mundo cree que puede hacerlo, pero es mentira.

Y esto es aplicable tanto a la inversión como a cualquier cosa. Todo es de una manera hasta que un día, sin explicación, deja de serlo. En la vida existen sucesos que cambian todo y son impredecibles. Lo que si podemos hacer es cambiar las posibilidades de que algo ocurra y sobretodo estar preparados para lo inevitable.

La esperanza no es una estrategia

Si llegas a un momento en que tu única salida es «rezar» es porque has hecho algo muy mal. Si tienes todo planificado da igual lo que ocurra, tendrás un plan B para todo. Por ejemplo ¿Qué ocurre si mañana te despiden?

La incertidumbre es tu mejor amiga.

Y es donde nacen los negocios. La incertidumbre lejos de ser una amenaza es una oportunidad que bien gestionada conlleva mínimos riesgos.

Tomar riesgos frente a reducirlos

Como en todo, la virtud está en el término medio. Los que toman  demasiados riesgos suelen ir a la quiebra y los que no toman ninguno, se quedan donde están. Los riesgos han de incrementarse poco a poco a medida que se sabe lo que se hace y por qué se hace.

Diversificación

Quizás el mejor consejo de inversión y extrapolable a otras áreas personales. Diversifica tanto tu dinero, como tus amigos e incluso conocimientos.

Saber decir no

En el mundo de la  inversión es muy fácil decir que no. Basta con darle al botón de «vender». Si una relación comercial  no funciona lo  mejor es decir que no. Y relaciones comerciales tenemos muchas, desde la que tenemos con el trabajo hasta la que tenemos con la pareja.

Hay un sesgo mental muy fuerte que es el «sesgo de compromiso» y creemos que por haber invertido tiempo, dinero y energía en algo tenemos que seguir con ello.

Salud

La imagen que tenemos de un inversor de Wall Street es alguien gritando a dos teléfonos a la vez y que coquetea con las drogas para aguantar estresantes jornadas de 16 horas. Y no está muy lejos de la realidad.

Si hay una cosa por la que cualquiera, en cierto momento de su vida, es capaz de dar todo su dinero es por la salud. Entonces ¿por qué nos centramos tanto en el dinero y tan poco en la salud?.

Intenta todos los días, hacer algo bueno para tu salud. Este si que es un buen consejo de inversión.

«Esto es de locos» significa que tu eres el loco

Muchas veces vemos que el mercado es de locos, hace cosas que van en contra de la razón y está claramente equivocado. Es de locos. Desgraciadamente el mercado nunca se equivoca, te equivocas tu. Y el mundo tampoco se pone en contra de ti, él no va a cambiar así que mejor que lo hagas tu.

No importa si una inversión es buena o mala

Lo importante es el resultado final.

Los días buenos y malos pasan. La vida es la suma de millones de momentos y hay que evaluarla como el total. Si dejas que sólo uno de esos instantes te marque puede volver tu vida miserable. Evalúa tu vida como una inversión total y no solo por las pequeñas cosas en las que “pierdes”