El precio del oro ha vuelto a registrar un máximo histórico, alcanzando los 2.657 dólares por onza troy tras una subida del 1,1% durante la jornada de este martes. Este aumento está vinculado a la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que la semana pasada decidió reducir los tipos de interés, lo que impulsó la cotización del metal precioso.
Los datos del mercado confirman que el oro lleva perforando récords durante las últimas dos semanas, influido por la expectativa de una flexibilización monetaria en EE.UU. De hecho, tras el anuncio del recorte de medio punto por parte de la Fed, la onza llegó brevemente a los 2.600 dólares el pasado miércoles. Esta tendencia alcista se ha visto reforzada por las crecientes tensiones geopolíticas entre Israel y Líbano, lo que ha fortalecido aún más la demanda del oro como valor refugio.
Desde la reunión de la Fed, el metal ha experimentado un aumento del 4%, lo que equivale a unos 100 dólares adicionales. A lo largo de 2023, el oro ha logrado acumular una revalorización cercana al 29%, beneficiándose también de las medidas adoptadas por otros bancos centrales, como el Banco Central Europeo, que también optó por recortar sus tasas de interés.
Analistas como Sergio Ávila de IG señalan que la debilidad del dólar, junto con la caída de los rendimientos de los bonos, han favorecido esta situación. Asimismo, las políticas monetarias más relajadas en las principales economías han impulsado el atractivo del oro entre los inversores. No se descarta que su precio siga subiendo, con predicciones que lo sitúan cerca de los 3.000 dólares en los próximos meses, según Bank of America.