¿Vale la pena subrogar tu hipoteca? Consejos expertos para tomar la mejor decisión

por Carlos Lopez

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Desde la bajada del euríbor en abril, muchos hipotecados han notado un respiro en sus cuotas mensuales. En septiembre, algunos clientes vieron reducirse sus hipotecas hasta en 2.000 euros anuales, un ahorro que empieza a aliviar a quienes firmaron sus préstamos en años recientes, cuando el euríbor rondaba niveles elevados. Sin embargo, aún persiste una pregunta: ¿es momento de subrogar la hipoteca? Los expertos aseguran que podría ser la oportunidad adecuada para ahorrar, pero advierten de los errores más comunes al cambiar de banco.

La plataforma financiera Gibobs ha registrado un aumento en las solicitudes de subrogación en hipotecas firmadas entre 2017 y 2023, una tendencia impulsada por la reducción del euríbor. Jorge González-Iglesias, consejero delegado de Gibobs, indica que los clientes de 2018 y 2019 están especialmente interesados en revisar sus condiciones. Según González-Iglesias, estos cambios podrían ahorrar de media unos 172 euros mensuales, aunque este valor varía en función de la antigüedad del préstamo y la cantidad solicitada.

Para hacerse una idea más concreta, iAhorro ha calculado que una hipoteca de 150.000 euros, firmada en 2019 con un plazo de 30 años, podría ahorrar hasta 700 euros al año mediante una subrogación. Laura Martínez, portavoz de iAhorro, señala que, a pesar de ser uno de los mayores gastos familiares, la hipoteca suele mantenerse en el mismo banco por años, algo que Martínez considera un error. “Mover la hipoteca de banco debería ser tan común como cambiar de compañía de gas o luz”, afirma.

Sin embargo, el proceso de subrogación tiene sus retos. Marcelo Siqueira, jefe de operaciones de Bayteca, explica que el error más común entre los hipotecados es centrarse únicamente en la cuota mensual. Este enfoque puede llevar a pasar por alto detalles importantes, como los tipos de interés y las comisiones. Siqueira aconseja revisar todas las condiciones asociadas para no caer en un cambio desfavorable a largo plazo.

Otro error frecuente, según iAhorro y Gibobs, es no comparar suficientes opciones de bancos. Los expertos recuerdan que muchos clientes acuden primero a su banco actual para solicitar una mejora de condiciones, sin considerar que otras entidades pueden ofrecer propuestas mucho más competitivas. Además, suelen aceptar pequeñas rebajas ofrecidas por el banco de origen, que en realidad tienen un huella menor en el total pagado.

Un aspecto importante a tener en cuenta son las bonificaciones que acompañan a algunas hipotecas nuevas. Gibobs señala que, a menudo, se promocionan hipotecas con un tipo de interés inicial atractivo, pero estas pueden requerir productos adicionales, como seguros o planes de pensiones, que elevan el coste global del préstamo. La recomendación de los expertos es observar no solo el TIN (Tipo de Interés Nominal) y la TAE (Tasa Anual Equivalente), sino también el coste total, incluyendo los productos vinculados.

Por último, los expertos advierten que es mejor evitar una subrogación demasiado temprana en el plazo del préstamo. En general, los bancos piden que se haya amortizado al menos un 20% del capital antes de aceptar un cambio de entidad. Además, cuando quedan menos de 10 años para el final del préstamo, el ahorro de intereses es menos relevante, ya que, en esta etapa, las cuotas están más enfocadas en la amortización del capital que en el pago de intereses.

Para quienes estén considerando la subrogación, Bayteca y Gibobs sugieren algunas recomendaciones. Primero, es importante revisar el perfil financiero y optar por una oferta bancaria que se ajuste a sus necesidades. Si se prefiere una hipoteca a tipo fijo para mayor seguridad o una variable para intentar reducir cuotas, dependerá de cada situación particular. También es fundamental evaluar los costos adicionales de subrogación, que rondan los 400 euros, y compararlos con la cancelación, cuyo coste podría ascender a 1.200 euros. Por último, recomiendan calcular bien los objetivos a corto y largo plazo antes de tomar la decisión de cambiar de banco.

Para muchos hipotecados, subrogar la hipoteca puede ser una buena manera de aprovechar la bajada del euríbor y aliviar la carga financiera mensual, pero, como siempre, la clave está en analizar bien las opciones y no firmar nada que no se entienda.

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