El elevado precio de la vivienda se ha consolidado como el principal motivo por el cual los españoles desisten de comprar o alquilar una casa, dejando atrás factores como la falta de oferta adecuada, que lideraba las razones de abandono en 2018. Según el último informe del ‘III Observatorio de la Vivienda en España’ de Century 21 España, un 42% de los españoles hoy cita el costo de las propiedades como el mayor obstáculo, una barrera que afecta de forma especialmente crítica a los jóvenes: uno de cada siete ha abandonado su búsqueda de vivienda debido al encarecimiento de los inmuebles, mientras que en 2018 esto solo sucedía a uno de cada tres.
El impacto de la subida de precios también se percibe en los rangos de presupuesto disponibles. En 2018, el 28% de los compradores buscaba viviendas en el rango de entre 100.000 y 150.000 euros; en cambio, en 2024, solo el 20% considera viviendas dentro de esa misma franja. La variación responde a un alza generalizada de los precios y a una mayor disposición de los compradores para asumir cuotas hipotecarias elevadas: mientras en 2018 el 61% de los españoles buscaba pagos mensuales de hasta 500 euros, en 2024 este porcentaje se reduce al 42%, con una mayor disposición a pagar entre 501 y 800 euros mensuales.
El acceso al crédito es otro de los factores que limitan el poder de compra en el sector inmobiliario español. En 2023, las hipotecas concedidas cayeron un 18% respecto al año anterior, lo que demuestra un endurecimiento de las condiciones de financiación. Aunque el crédito está disponible, el esfuerzo financiero exigido, que no debe superar el 35% de los ingresos familiares según el Banco Central Europeo, se vuelve inalcanzable para muchas familias. “El problema no es la falta de crédito en sí, sino el poder adquisitivo de los hogares, que no permite absorber el incremento de precios de las viviendas”, sostiene Ricardo Sousa, consejero delegado de Century 21 España.
El perfil demográfico de los compradores también ha cambiado. Las personas mayores de 50 años, que en 2018 representaban apenas un 10% de los compradores, en 2024 ya alcanzan el 31%, triplicando su peso en el mercado inmobiliario. En paralelo, el tipo de propiedad que se demanda también muestra una tendencia hacia los espacios más amplios y las viviendas unifamiliares, preferidas hoy por el 20% de los compradores frente al 11% que buscaba esta opción en 2018.
Por su parte, el perfil de los vendedores de vivienda también ha evolucionado, pasando a estar dominado por hombres mayores de 50 años, que representan un 60% de quienes ofertan propiedades en 2024, mientras que en 2018 el sector era principalmente femenino.
En cuanto a políticas gubernamentales, el desconocimiento de la Ley de Vivienda sigue siendo elevado: el 69% de los propietarios y el 79% de los potenciales compradores afirman no estar familiarizados con la legislación, a pesar de que ha transcurrido más de un año desde su aprobación. La cifra es especialmente alta entre los jóvenes de 18 a 29 años, de los cuales el 62% desconoce la ley, en contraste con el 26% de desconocimiento entre los mayores de 50 años. Además, un 65% de los oferentes y un 71% de los demandantes perciben las políticas de vivienda como insuficientes, mostrando una demanda generalizada de reformas que faciliten tanto el acceso a la compra como al alquiler de propiedades en un entorno de precios y financiamiento restrictivos.