Escándalo con lo que ha hecho ING

Como se suele decir en estos casos, “las redes están ardiendo” con el último movimiento de ING. El periódico El País ha revelado que la entidad financiera ING ha suspendido su publicidad en los programas “Cuarto milenio” y “Horizonte”, ambos dirigidos por Jiménez. La decisión, explican fuentes cercanas al banco, se debe a la polémica generada en torno a la cobertura del presentador sobre la reciente DANA en Valencia, una catástrofe meteorológica que dejó a la población en vilo y que derivó en informaciones no contrastadas difundidas en redes sociales.

El epicentro de la controversia se remonta al pasado 4 de noviembre, cuando Iker Jiménez compartió un tuit alarmante, afirmando la supuesta existencia de múltiples víctimas en el aparcamiento del centro comercial Bonaire, en Valencia. “En el parking de Bonaire hay muchos cuerpos, muchos cuerpos. Muchos”, escribió, provocando una cascada de reacciones. Sin embargo, con el paso de los días se confirmó que no había víctimas mortales en esa localización. La confusión informativa y la carga sensacionalista del mensaje levantaron un vendaval de críticas.

Además, un episodio particularmente desafortunado terminó de avivar el fuego. Se trató de una grabación que se hizo viral, mostrando a Rubén Gisbert, colaborador del programa de Jiménez, supuestamente manchándose de barro de manera deliberada para dramatizar su conexión en directo. Este hecho desató una oleada de cuestionamientos sobre la ética en la cobertura del desastre natural, no solo hacia los involucrados, sino también hacia Jiménez y su equipo.

ING rompe filas, pero Mediaset se mantiene firme

La reacción de ING no se hizo esperar, retirando sus anuncios de ambos espacios de Alma Productora. Sin embargo, la decisión de cortar vínculos publicitarios se limitará exclusivamente a estos programas y no afectará la relación con otros formatos de Cuatro, cadena en la que se emiten “Cuarto milenio” y “Horizonte”.

A pesar del duro golpe económico, Mediaset ha optado por no cancelar los programas de Iker Jiménez. De hecho, en las últimas semanas las audiencias de sus espacios han crecido, particularmente gracias a la cobertura, aunque controvertida, de la tragedia de la DANA. Esto subraya la compleja relación entre la ética informativa y el imperativo de captar audiencia.

Mientras tanto, el presentador ha respondido con vehemencia. En un directo transmitido a través de sus redes sociales, Jiménez acusó a ciertos sectores mediáticos de estar conspirando contra él. Llegó a señalar a un colaborador de La Sexta Xplica, sugiriendo que este había pedido que el Gobierno dejase de invertir en publicidad institucional en sus programas. “Están pidiendo mi cabeza”, denunció Jiménez, dando a entender que la presión para desestabilizarlo no proviene solo de las redes, sino también de competidores directos en los medios de comunicación.

Un llamado a la responsabilidad periodística

La Asociación de la Prensa de Madrid (APM) no ha permanecido en silencio. En un comunicado difundido el 5 de noviembre, agradeció el esfuerzo de los periodistas que cubren situaciones críticas como la DANA, pero también emitió una advertencia clara: “Deploramos que algunos periodistas se muestren más interesados en lograr mayores audiencias a cualquier precio”. La APM no mencionó a Jiménez por su nombre, pero el mensaje parecía apuntar a prácticas sensacionalistas que, según ellos, debilitan la confianza pública en el periodismo.

La polémica, por tanto, ha puesto sobre la mesa el debate sobre los límites del periodismo de espectáculo y la responsabilidad que tienen los medios al informar en tiempos de crisis. Mientras tanto, la audiencia sigue fascinada por el fenómeno Jiménez, cuya capacidad para generar atención, sea positiva o negativa, parece intacta.