El mercado inmobiliario español parece encaminarse hacia un final de año muy activo, con una previsión de más de 600.000 transacciones de compraventa de viviendas. Pese a la escasez de oferta, los portales Idealista, Fotocasa y Pisos.com coinciden en que la fuerte subida registrada en septiembre podría ser la antesala de un nuevo ‘boom’ en el sector.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) reveló que la compraventa de viviendas se disparó un 41,5% en septiembre en comparación con el mismo mes de 2023, alcanzando las 61.887 operaciones. Se trata de la cifra más alta desde julio de 2007, un mes que marcó el punto álgido del anterior ciclo de auge inmobiliario con más de 63.000 compraventas.
Para Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, el repunte en la actividad responde a una confluencia de factores. Por un lado, la rebaja en los costes de financiación, que ha hecho más atractiva la adquisición de inmuebles. Por otro, las expectativas de que los precios sigan subiendo han empujado a muchas familias a adelantar la compra. “La gente quiere aprovechar las condiciones actuales antes de que se vuelvan menos favorables”, comenta Iñareta.
María Matos, directora de Estudios de Fotocasa, considera que lo sucedido en septiembre no es un hecho aislado, sino el inicio de una etapa de gran dinamismo. “Todo apunta a que estamos ante un nuevo ‘boom’ en el mercado de compraventa de vivienda”, afirma. Matos destaca que la mejora de las condiciones hipotecarias y los avales que están facilitando el acceso a la vivienda han sido determinantes. De mantenerse esta tendencia, 2024 podría cerrar como el segundo mejor año en términos de transacciones desde 2007, algo que parecía improbable tras el periodo de incertidumbre reciente.
Sin embargo, esta reactivación no está exenta de desafíos. Ferran Font, director de Estudios de Pisos.com, advierte que la oferta sigue siendo limitada, lo que añade presión a los precios. “El desequilibrio entre la oferta y la demanda se acentúa, y esto genera un problema de accesibilidad, especialmente para los más jóvenes y las familias con menos recursos económicos”, explica. Font subraya que la escalada de precios dificultará aún más el acceso a la vivienda, agravando una situación que ya de por sí es compleja.
La combinación de estos elementos sugiere un panorama mixto: por un lado, el mercado inmobiliario muestra signos de fortaleza y dinamismo; por otro, las barreras de entrada para los compradores más vulnerables se elevan. Con la mejora de las condiciones hipotecarias y una demanda que se reactiva rápidamente, muchos expertos temen que las desigualdades en el acceso a la vivienda se amplíen. Así, 2024 se perfila como un año decisivo en el que las políticas públicas podrían jugar un papel importante para evitar que este ‘boom’ se convierta en un problema estructural.