El dato que puede amargar a los hipotecados

por Carlos Lopez

El dato que puede amargar a los hipotecados 4

Si hay un dato que mira con lupa el BCE es Índice de Precios de Consumo (IPC), especialmente el de Alemania que hoy hemos conocido que ha registrado en noviembre un aumento interanual del 2,2%, lo que supone un ligero repunte respecto al 2% del mes anterior. Este dato, según los resultados preliminares publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), refleja una desviación del objetivo del 2% de estabilidad de precios del Banco Central Europeo (BCE), lo que pone de relieve las persistentes tensiones inflacionarias en la mayor economía de la eurozona y pone en riesgo la continuidad de la actual bajada del Euribor.

Uno de los principales factores que han influido en este repunte es la menor caída del coste de la energía, cuyo precio descendió un -3,7% en noviembre, frente a una contracción más pronunciada del -5,5% en octubre. Aunque el descenso en los precios energéticos sigue actuando como un amortiguador, su moderación indica una desaceleración en el alivio que ofrecen estos productos al conjunto de la inflación.

En el caso de los alimentos, los precios también experimentaron un alivio relativo. En noviembre, el precio de los víveres subió un 1,8%, una moderación respecto al 2,3% observado en octubre. Este comportamiento refleja la volatilidad de los costes de productos básicos, que han estado marcados por la evolución de los mercados internacionales de materias primas y los cambios en las cadenas de suministro.

Por otro lado, los servicios continuaron mostrando una firme alza del 4%, mientras que los bienes no energéticos aumentaron un 0,7%, acelerando su ritmo tras un crecimiento del 0,4% en octubre y una caída del -0,3% en septiembre. Este aumento en los bienes destaca un cambio en las dinámicas del consumo, posiblemente influenciado por una mayor demanda estacional en el último trimestre del año.

En cuanto a la inflación subyacente, que excluye el impacto de los alimentos y la energía por su elevada volatilidad, se situó en el 3%, una décima por encima del dato del mes anterior. Este indicador es clave para analizar las presiones inflacionarias más estructurales en la economía y podría influir en las decisiones del BCE en relación con los tipos de interés.

Finalmente, el índice de precios armonizado (IPCA), utilizado por Eurostat para comparar la inflación entre los países de la Unión Europea, se mantuvo estable en el 2,4%, lo que refuerza la idea de una inflación contenida pero aún por encima del nivel deseado para la zona euro.

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