Los propietarios de viviendas que estén considerando cambiar su hipoteca de banco o modificar las condiciones de su préstamo tienen hasta el próximo 31 de diciembre para hacerlo sin incurrir en comisiones. Esta medida, impulsada por el Código de Buenas Prácticas del Gobierno, expirará a finales de año, y salvo que se apruebe una prórroga, las entidades financieras podrán volver a cobrar hasta un 0,05% en concepto de comisiones por los cambios de tipo fijo a variable o mixto.
Dos años de alivio temporal para los hipotecados
El Código de Buenas Prácticas, aprobado en 2022, surgió en un contexto de tensiones económicas para las familias debido al encarecimiento de las cuotas hipotecarias. En abril de 2022, el Euríbor, que había estado en negativo desde 2016, comenzó un ascenso meteórico que alcanzó su pico del 4,16% en octubre de 2023, el nivel más alto desde 2008. Este incremento se tradujo en aumentos de cientos de euros en las cuotas mensuales para los titulares de hipotecas variables.
Ante esta situación, el Gobierno decidió suspender las comisiones por subrogación y cambios en las condiciones hipotecarias, incentivando a los clientes a renegociar con sus bancos o trasladar sus préstamos a entidades con mejores ofertas. Ahora, con el Euríbor en tendencia descendente, situándose en 2,69% este noviembre, y con la relajación de las políticas del Banco Central Europeo (BCE), se abre una última ventana para aprovechar esta medida.
¿Qué implica el fin de la gratuidad?
A partir del 1 de enero de 2025, si no se aprueban nuevas prórrogas, los hipotecados tendrán que asumir de nuevo el coste del 0,05% por las modificaciones en sus préstamos. Aunque este porcentaje es bajo, supone un desembolso adicional que podría disuadir a algunos propietarios de buscar mejores condiciones.
Por ejemplo, para una hipoteca pendiente de 150.000 euros, la comisión sería de 75 euros. Aunque no es una cifra desorbitada, podría tener un impacto psicológico en los clientes, quienes podrían percibir el proceso de renegociación como más costoso o complicado.
¿Quién debería actuar ahora?
Este contexto es especialmente relevante para aquellos hipotecados con contratos a tipo variable que están soportando condiciones menos favorables que las actuales. Las entidades financieras han comenzado a ofrecer tipos mixtos más competitivos y revisiones a la baja de los tipos fijos, lo que podría representar una oportunidad para quienes buscan mayor estabilidad financiera.
Asimismo, cambiar de banco sin comisiones es una opción atractiva para quienes están considerando subrogar su hipoteca a una entidad que ofrezca menores diferenciales o mejores servicios.
¿Qué pasará después del 31 de diciembre?
Si bien el Gobierno podría abordar la posibilidad de extender esta medida en los próximos Consejos de Ministros, no hay indicios claros de que esta prórroga esté en la agenda. Con la economía mostrando signos de recuperación y el Euríbor en moderación, las autoridades podrían considerar que la suspensión de comisiones ya no es una necesidad urgente.
Mientras tanto, para los hipotecados, el mensaje es claro: el tiempo apremia. Actuar antes de fin de año podría marcar una diferencia significativa en las finanzas personales para los próximos años.