El Euribor, principal indicador de las hipotecas variables en Europa, está experimentando su mayor descenso en 15 años, desafiando las previsiones más optimistas. Con una caída interanual de 1,5 puntos en los últimos dos meses, el indicador cerró noviembre en el 2,5%, nivel que se esperaba alcanzar a finales de 2024. Según analistas, diciembre podría traer cifras aún más bajas, anticipándose a futuros movimientos del Banco Central Europeo (BCE).
La tendencia bajista del Euribor se explica en parte por una política monetaria menos restrictiva del BCE, impulsada por una inflación más contenida de lo esperado y las señales de fragilidad económica en potencias como Alemania y Francia. El mercado ya anticipa un recorte de tipos de 0,25 puntos en la próxima reunión del BCE el 12 de diciembre, con posibles reducciones adicionales a principios de 2025.
Ricard Garriga, CEO de Trioteca, espera que el Euribor cierre diciembre entre el 2,3% y el 2,4%, destacando que “se han tenido que reajustar proyecciones debido al buen comportamiento de la inflación”. Estas cifras ya se reflejan en la cotización diaria, marcando un contraste con las previsiones publicadas por grandes instituciones como CaixaBank Research y BBVA Research, que proyectaban niveles superiores al 2,5% para finales de 2024.
Para los hipotecados con revisión en diciembre, la caída del Euribor supondrá un ahorro relevante. Por ejemplo, una hipoteca media de 150.500 euros a 30 años con un diferencial del 0,99% sobre el Euribor verá su cuota mensual reducida de 809,17 euros a 675,10 euros, lo que equivale a un ahorro anual de 1.609 euros.
Este alivio financiero no solo beneficia a quienes ya tienen préstamos, sino que también impulsa la contratación de nuevas hipotecas. Ferran Font, director de estudios de Pisos.com, proyecta un aumento de las operaciones, pasando de las 425.000 de este año a entre 485.000 y 500.000 en 2025. Los tipos bajos favorecen especialmente a los jóvenes y otros grupos que antes quedaban fuera del mercado.
No obstante, la mayor demanda de vivienda podría presionar aún más los precios. Después de un repunte del 14% en 2024, Font anticipa una subida adicional del 12% en 2025, en un mercado donde la oferta sigue siendo insuficiente. “Si no hay un aumento relevante de la oferta, es probable que veamos nuevos incrementos de precios”, advierte.
La volatilidad global, alimentada por factores como posibles cambios políticos en Estados Unidos o tensiones internacionales, añade un grado de incertidumbre. Según Font, estos factores podrían alterar la inflación y, por ende, los planes del BCE. A pesar de este contexto, las previsiones apuntan a una mayor estabilidad en el Euribor durante 2025, oscilando entre el 2% y el 2,5%.