La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha señalado este lunes desde Vilnius (Lituania) que la política monetaria de la eurozona podría dar un giro en los próximos meses, con una posible reducción de los tipos de interés. La clave para este cambio es la consolidación del proceso de desinflación, que acerca al bloque hacia el objetivo inflacionario del 2%.
“Aunque todavía no hemos llegado, estamos cerca de alcanzar nuestro objetivo”, afirmó Lagarde, quien anticipó que, si los datos económicos confirman el escenario previsto, el BCE podría proceder a una bajada de tipos, lo cual sin duda es una excelente noticia para los hipotecados. Esto supondría un respiro tras un prolongado periodo de endurecimiento monetario que ha tensionado el acceso al crédito en la región.
La inflación de servicios, clave en la estrategia
Lagarde destacó que, aunque la inflación sigue siendo elevada, el sector servicios muestra signos de una desaceleración significativa, lo que podría contribuir a moderar la inflación general en los próximos meses. Según la presidenta del BCE, esto da margen para ser optimistas sobre el comportamiento futuro de los precios.
No obstante, el panorama económico sigue siendo incierto. Las previsiones de crecimiento de la eurozona para 2024 se han reducido drásticamente, pasando de un 1,5% estimado en junio de 2023 al actual 0,7%, lo que evidencia un contexto de ralentización económica.
Demanda interna débil y ahorro cauteloso
El debilitamiento de la demanda interna y el comportamiento “sorprendente” del consumo privado preocupan a los responsables del BCE. A pesar de un mercado laboral sólido y un crecimiento de los ingresos reales, las familias han adoptado una postura de cautela extrema, manteniendo niveles de ahorro superiores a los habituales.
Lagarde apuntó que este comportamiento refleja el pesimismo de los hogares sobre sus perspectivas de ingresos, una situación que, según la dirigente, podría revertirse a medida que la inflación elevada quede en el pasado. Sin embargo, advirtió que la incertidumbre geopolítica sigue siendo un factor que podría erosionar la confianza de los consumidores.
Mejor precisión en las previsiones económicas
Otro punto destacado por Lagarde fue la mejora en la precisión de las previsiones económicas tras un periodo de incertidumbre prolongado. Según ella, los niveles de error han retornado a los estándares prepandémicos, lo que permite al BCE tomar decisiones basadas en un análisis más sólido.
Un horizonte con desafíos
Aunque el BCE ha trabajado para domar la inflación con políticas restrictivas, la economía de la eurozona enfrenta un contexto desafiante: bajo crecimiento, incertidumbre global y consumidores aún reticentes a gastar. La promesa de Lagarde de bajar los tipos si las condiciones lo permiten abre una ventana de esperanza para estimular la actividad económica en un escenario de crecimiento anémico.