Los hogares españoles se preparan para un notable encarecimiento en su factura eléctrica debido a una combinación de cambios fiscales y regulatorios que entrarán en vigor próximamente. Según las estimaciones de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el aumento será del 13% en promedio, lo que supondrá un gasto adicional de 118 euros al año para aquellos con tarifas del mercado libre y de 106 euros para los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC).
Este incremento afecta a un consumidor medio con una potencia contratada de 4,6 kilovatios (kW) y un consumo anual de 3.500 kilovatios hora (kWh). La principal causa de esta subida es el retorno del IVA de la electricidad al 21%, después de haberse mantenido temporalmente en el 10%. Este ajuste impositivo, adoptado en su día para mitigar el impacto de los precios disparados en el mercado mayorista, dejará de aplicarse cuando el precio del megavatio hora (MWh) se sitúe por debajo de los 45 euros.
Impacto en las facturas mensuales
De acuerdo con las cifras facilitadas por la OCU, un hogar medio que tenga la tarifa regulada verá cómo su factura mensual pasa de 74,6 euros a 83,6 euros, lo que representa 106 euros adicionales al año. Por otro lado, para los consumidores que optan por tarifas del mercado libre, el incremento será ligeramente mayor, hasta 118 euros anuales, debido a que muchas comercializadoras trasladan de manera directa los costes a los clientes.
A estos cambios se suma un aumento del 33% en los cargos del sistema eléctrico, tal como ha propuesto el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Esto supondrá 22,3 euros más al año en la factura del consumidor medio.
Una rebaja insuficiente en los peajes
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha anunciado una leve reducción del 4% en los peajes, que son los costes asociados al transporte y distribución de la electricidad. Sin embargo, esta medida no logra compensar las subidas derivadas del incremento del IVA y los cargos del sistema, por lo que su impacto en el recibo final será limitado.
El bono social, otro factor de encarecimiento
El coste del bono social, que se financia con las aportaciones de las comercializadoras y que suele trasladarse a los clientes en forma de concepto adicional en la factura, también experimentará un alza. La OCU calcula que este incremento será de 1,5 euros al año para los consumidores del mercado libre, al pasar de 0,1915 euros a 0,3168 euros mensuales.
OCU: la luz debería tener un IVA reducido
Ante esta situación, la OCU ha defendido en un comunicado que la electricidad es un “bien de primera necesidad” y, por tanto, debería contar con un IVA reducido y limitado para proteger a los consumidores. La organización recuerda que los hogares ya han soportado incrementos relevantes en los últimos años debido a la volatilidad del mercado energético, agravada por la crisis de Ucrania y la inflación.
En definitiva, aunque algunos componentes de la factura, como los peajes, experimentarán reducciones, el fin del IVA reducido y el incremento en los cargos del sistema y del bono social provocarán que los consumidores tengan que asumir un recibo más caro en los próximos meses.