Los fraudes telefónicos siguen siendo un problema creciente que afecta a miles de personas, muchas de las cuales ni siquiera son conscientes de haber sido víctimas hasta recibir facturas abultadas. Entre las estrategias más comunes, destaca el fraude de la llamada perdida, una técnica conocida como ‘wangiri’, que utiliza números internacionales para aprovechar la curiosidad de las víctimas y generar beneficios económicos ilícitos.
Cómo funciona el ‘wangiri’: el timo de la llamada y corte
El término ‘wangiri’ proviene del japonés y significa “llamar y cortar”. El procedimiento es simple pero efectivo: el estafador realiza una llamada breve que se corta antes de que sea respondida. El objetivo es que la víctima devuelva la llamada al número desconocido. Lo que parece una acción inofensiva termina siendo costosa, ya que estos números suelen estar asociados a líneas de tarificación especial, lo que implica cargos elevados solo por conectar la llamada.
Los daños económicos pueden ser relevantes, con costes que varían según la duración de la llamada y las tarifas del operador. Las víctimas suelen darse cuenta del fraude al recibir su factura telefónica, en la que aparecen cargos por contactos breves con números internacionales o de tarificación especial que desconocen.
Prefijos sospechosos: una clave para identificar fraudes
Los fraudes telefónicos suelen vincularse a números internacionales con prefijos como +355 (Albania), +225 (Costa de Marfil), +233 (Ghana) o +234 (Nigeria), según las alertas de la Guardia Civil. En el ámbito nacional, los prefijos +803, +806 y +807 también están relacionados con servicios de alto coste.
Identificar estos números es esencial para prevenir fraudes. Los smartphones actuales incluyen herramientas que permiten detectar llamadas sospechosas y bloquearlas automáticamente. Además, una rápida búsqueda en internet puede confirmar si un número ha sido reportado como fraudulento.
Otros tipos de timos telefónicos en auge
El ‘wangiri’ no es el único método utilizado por los estafadores. Otros tipos de fraude incluyen:
- ‘Vishing’: llamadas diseñadas para obtener información bancaria o personal sensible.
- ‘Spoofing’: suplantación de identidad mediante números que parecen legítimos.
- Doble llamada: un primer contacto genera confianza, seguido de una solicitud de datos en una segunda interacción.
Protégete de los timos telefónicos
La prevención es la mejor defensa. Entre las medidas clave se incluyen:
- No devolver llamadas de números desconocidos, especialmente si tienen prefijos internacionales.
- Activar filtros antispam en el teléfono móvil.
- Denunciar y bloquear números sospechosos en plataformas como WhatsApp.
- No seguir instrucciones de desconocidos, como pulsar enlaces o devolver llamadas a números extraños.
Qué hacer si eres víctima de un fraude
Si detectas cargos inesperados en tu factura telefónica, actúa rápidamente:
- Presenta una denuncia ante las autoridades, como la Policía Nacional o la Guardia Civil.
- Contacta al Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) para recibir orientación.
- Reúne pruebas, como registros de llamadas y facturas, para respaldar la denuncia y facilitar la investigación.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también recomienda contactar con el operador de telefonía para reclamar los importes indebidos. La concienciación y la acción rápida son fundamentales para evitar que este tipo de delitos sigan causando estragos.