Al BCE le preocupa esto

Las expectativas de inflación de los consumidores de la eurozona han vuelto a repuntar en diciembre por tercer mes consecutivo, según los datos de la última encuesta del Banco Central Europeo (BCE). A pesar de la moderación de la inflación observada en los últimos meses, los ciudadanos siguen anticipando que los precios se mantendrán elevados en el corto plazo, lo que refleja una percepción de persistencia en la presión inflacionaria.

Según el estudio, los consumidores esperan que la inflación se sitúe en el 2,8% dentro de un año, por encima del 2,6% previsto en noviembre. En contraste, las expectativas a tres años se mantienen sin cambios en el 2,4%, lo que sugiere que los ciudadanos confían en una estabilización a medio plazo.

Sin embargo, la inflación percibida por los consumidores en los últimos 12 meses fue del 3,5%, una décima más que en noviembre, lo que indica que el encarecimiento de bienes y servicios sigue siendo una preocupación para los hogares europeos. Este dato pone en evidencia la brecha entre la inflación real y la percepción de los ciudadanos, un fenómeno que puede influir en su comportamiento de consumo e inversión.

¿Cómo afectan estas expectativas a los bolsillos de los ciudadanos?

El crecimiento de los ingresos nominales esperados para los próximos 12 meses se mantuvo en 1,1%, lo que implica que los hogares siguen anticipando aumentos salariales muy limitados en comparación con la inflación prevista. Este dato es especialmente relevante para los ciudadanos de menores ingresos, quienes, según el informe, esperan una mejora algo superior respecto al resto de la población.

En términos de consumo, el gasto nominal percibido en el último año se mantuvo estable en 5,2%, mientras que el crecimiento del gasto nominal esperado para los próximos 12 meses se situó en el 3,5%. Esto indica que, pese a la incertidumbre, los ciudadanos siguen mostrando cierta resistencia en sus hábitos de consumo, aunque con una tendencia a la moderación.

Perspectivas económicas: crecimiento negativo y leve mejora del desempleo

A pesar de la ligera mejora en las expectativas de inflación a medio plazo, el panorama económico sigue siendo sombrío. La encuesta del BCE refleja que los consumidores esperan que la economía de la eurozona se contraiga un -1,3% en los próximos 12 meses, lo que evidencia el pesimismo sobre la recuperación económica.

Por otro lado, la previsión para la tasa de desempleo muestra una leve mejoría, al situarse en 10,5% frente al 10,6% de noviembre. Aunque se trata de una reducción mínima, podría ser una señal de estabilidad en el mercado laboral, a pesar de los desafíos económicos que enfrenta la región.

Conclusión: la inflación sigue preocupando, pero hay señales de estabilidad

Las cifras del BCE reflejan que, aunque la inflación sigue en el centro de las preocupaciones de los ciudadanos, la estabilidad en las expectativas a medio plazo y la ligera mejora en el desempleo podrían ser señales de que la economía de la eurozona está entrando en una fase de menor volatilidad. Sin embargo, el pesimismo sobre el crecimiento y la desaceleración del ingreso real seguirán marcando la agenda económica en 2024.