El estudio, titulado El impacto de la inflación sobre las familias españolas, señala un aumento acumulado del 21,3% en el nivel general de precios desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa en julio de 2018 hasta febrero de 2025. En el caso de los alimentos, el encarecimiento es aún más acusado, alcanzando un 37,9%, lo que supone, según el Instituto Juan de Mariana, la mayor escalada de precios en las últimas tres décadas.
A pesar de que los salarios nominales se han incrementado un 22,2% en este periodo, la realidad es que, una vez descontada la inflación, la mejora real del poder adquisitivo es mínima, apenas un 2%, según los cálculos del informe. O dicho de otro modo, de los 6.013 euros de incremento salarial bruto acumulado, solo 663 euros representan una verdadera mejora del nivel de vida. Esto significa que la inflación ha absorbido el 89% de la subida de los sueldos.
Pero el informe va más allá de los efectos directos de la inflación sobre los precios. El mantenimiento del IRPF sin deflactar ha generado lo que los expertos califican como un efecto de progresividad en frío. Es decir, al no ajustar los tramos del impuesto a la evolución de los precios, los contribuyentes acaban pagando más a Hacienda aunque su poder adquisitivo no haya mejorado.
De acuerdo con los datos del Instituto Juan de Mariana, el contribuyente medio ha pagado 2.073 euros adicionales en impuestos por esta decisión del Gobierno de no indexar el IRPF ni las cotizaciones sociales al IPC. La consecuencia es que la carga fiscal sobre los incrementos salariales, si se analiza desde esta perspectiva, ha sido del 123%, ya que la totalidad de la mejora salarial ha sido absorbida e incluso superada por el aumento de impuestos en términos reales.
España pierde posiciones en renta per cápita y en indicadores sociales
El informe también analiza la posición relativa de España en el contexto europeo, destacando un estancamiento en el nivel de renta per cápita en comparación con la media de la Unión Europea. En 2018, la renta per cápita de los españoles equivalía al 91,3% de la media comunitaria, mientras que en 2023 ha caído ligeramente hasta el 91%. Además, España ha descendido al puesto 15 en el ranking de renta per cápita de la UE.
Este retroceso viene acompañado de peores resultados en 10 de los 17 indicadores socioeconómicos que analiza la Comisión Europea. El informe alerta de que España es el tercer país con mayor riesgo de pobreza, el segundo con más niños en peligro de exclusión social y el segundo con la mayor tasa de abandono escolar temprano. También destaca como el quinto país de la UE donde las transferencias sociales tienen menor impacto en la reducción de la pobreza.
La última Encuesta sobre Condiciones de Vida respalda estas conclusiones. Entre 2019 y 2024, la tasa de pobreza (carencia material severa) ha aumentado del 7,7% al 8,3%, reflejando el deterioro de las condiciones de vida de los hogares con menos recursos.
Según el informe, los hogares situados en el 20% de menor renta han sufrido de forma especialmente intensa el impacto de la inflación. En 2024, gastaron 1.804 euros más para comprar el equivalente a 1.096 euros menos de bienes y servicios, lo que subraya el efecto devastador del encarecimiento de la vida para los más vulnerables.