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El “Bancolchón” es el dinero que se tiene en casa para los imprevistos, un fondo de emergencia para los gastos que no estén previstos o para momentos en los que los ingresos hayan caído.
Tener un fondo de emergencia es esencial para manejar esos gastos inesperados que nos toman por sorpresa. Ya sabes, esos pequeños o grandes contratiempos que aparecen sin aviso: desde reparar un electrodoméstico hasta lidiar con una avería en el coche. Tener este fondo es como tener un paracaídas financiero; nos ayuda a afrontar estos gastos sin tener que pedir dinero prestado o usar la tarjeta de crédito, lo que puede ser más caro a largo plazo.
¿Y por qué es esto tan importante? Bueno, la vida está llena de sorpresas y no todas son agradables. Imagina que tienes que hacer frente a una reparación costosa o a gastos extra imprevistos, como una visita de emergencia al dentista. Si no tienes un ‘colchón’ de dinero listo para usar, estos gastos podrían poner tus planes patas arriba.
Además, si no tienes un fondo de emergencia, podrías verte en la situación de tener que vender inversiones a largo plazo, como acciones o fondos, a un precio más bajo de lo ideal, o incluso con pérdidas. Esto no solo afecta tu situación actual, sino que también puede echar por tierra tus planes de futuro.
Entonces, ¿cuánto deberías tener en este fondo? Depende de tus circunstancias personales: tus ingresos, cuántas personas dependen de ti, y qué otras opciones tienes para conseguir dinero rápidamente. Pero una buena regla general, tal y como aconseja el Banco de España, es tener un fondo que cubra entre tres y seis meses de tus gastos fijos, esos que son esenciales y constantes como el alquiler o la comida.