Artículos de opinion
El teletrabajo gusta a los empleados pero no gusta a los jefes, muestra de ello es que una empresa pionera en el trabajo en remoto como es Dell ha anunciado un cambio relevante en sus políticas.
A partir de mayo, los empleados de la empresa tecnológica que trabajen completamente a distancia no serán elegibles para ascensos dentro de la empresa. Este cambio representa un giro con respecto a la postura anterior de la empresa sobre el trabajo remoto; incluso el CEO Michael Dell había sido antes un defensor de esta modalidad.
En 2022, el CEO de la empresa declaró: “En Dell, no encontramos diferencias significativas entre los miembros del equipo que trabajaban de forma remota o en la oficina, incluso antes de que la pandemia obligara a todos a quedarse en casa”.
Con la nueva política, los trabajadores se dividirán en dos categorías según su estilo de trabajo a distancia: completamente remotos, lo que significa que ya no se les considerará para oportunidades de avance profesional, e híbridos, lo que requiere que los trabajadores estén en la oficina al menos tres días a la semana.
La razón es que Dell valora la importancia de las conexiones personales y sugirió la necesidad de que los trabajadores remotos hagan la transición a roles híbridos.
Aunque Dell puede no ser la única empresa que implementa medidas tan drásticas —Apple, Google, Microsoft y otras también han estado promoviendo el trabajo desde la oficina desde la pandemia—, esto al menos subraya un debate continuo y aparentemente no resuelto sobre el futuro del trabajo remoto y la efectividad del trabajo desde una oficina.
Un reciente estudio realizado en España mostró que una de cada tres empresas han reducido o eliminado por completo las posibilidades de realizar teletrabajo en el último año, frente al incremento constante de trabajadores que demandan incorporar esta modalidad como una opción estable. Las compañías alegan, sobre todo, la pérdida de creatividad de los equipos y una mayor debilidad en las relaciones entre compañeros.