Artículos de opinion
Desde que era niño he oído hablas de avistamientos ovnis, apariciones marianas, supuestos milagros, fantasmas, la Atlántida, el Yeti… montones de cosas en las que mucha gente cree sin pruebas. Y en todos estos años la tecnología ha avanzado muchísimo e incluso se da el caso que millones de personas llevan una cámara de fotos en el bolsillo con la que además pueden avisar de lo que vean y… sigue sin haber pruebas. Incluso cuando parece que estamos viendo algo que desafía las leyes de la naturaleza, resulta que nuestros sentidos nos engañan como bien saben los buenos magos. Por eso soy escéptico, como dijo el sabio creo que afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias y por más que cada vez hay más métodos para conseguir esas evidencias, no existen. Estoy en minoría, la mayoría de personas en el mundo no exigen pruebas para creer –las religiones son el mejor ejemplo pero hay muchos más- y eso es algo que ayuda a que las teorías de conspiraciones tengan tanto éxito ya que cuando abandonamos la lógica y la razón por la fe, cualquier cosa es creíble.
Una de dichas teorías que muchísima gente cree y que llevo escuchando desde la infancia es que el mundo está dominado por una camarilla muy reducida que lo único que quiere es fastidiar a la mayoría. Siempre tiene mucho atractivo todo lo que nos sirve de excusa para echar las culpas a otro de las cosas que nos van mal y lo cierto es que nadie puede saber si es o no cierto pero hay muchos argumentos para dudar mucho de esa teoría empezando por la más obvia: ¿por qué van a querer los más poderosos del planeta fastidiar a la gente si es esa gente la que les otorga ese poder? Pero también hay datos que suelen ser mejor que los argumentos. Y si miramos los datos, el mundo sin duda está mejorando luego si unos pocos lo deciden todo, o no son tan mala gente o si lo son, no les está saliendo bien la jugada porque cada vez más humanos viven mejor (lo que por otra parte les viene muy bien porque así consumen más los productos que fabrican/comercializan los más poderosos).
Debemos tener en cuenta que la civilización humana se pasó miles de años avanzando muy despacio, a veces dando pasos atrás como le pasó al Egipto de los últimos faraones o a Europa tras la caída de Roma. Desde hace 2 mil años habrá habido unas 80 generaciones y las diferencias entre cómo vivía la número 1 y la número 70 eran ínfimas en comparación con la que vivió la 72 y nosotros. El bisabuelo de nuestro bisabuelo, hace apenas 200 años, residía en un mundo en el que 9 de cada 10 habitantes de este planeta vivía en situación de pobreza extrema, hoy es 1 de cada 10. Número excesivo pero claramente menor. Y no quiero aburriros con cifras pero mirándolo como lo miremos, incluso sin tener en cuenta aspectos materiales, el avance ha sido espectacular: Nunca ha habido tan pocos analfabetos; nunca los ancianos, los minusválidos, los distintos y las minorías han recibido más apoyo del resto de la sociedad; de forma global, y aunque aún falta mucho, la falta de libertades, el machismo, la homofobia etc. están en mínimos históricos y aunque nos parezca que vivimos en un mundo muy violento debido sobre todo al poder de los medios de comunicación, no debemos olvidar que hace 100 años Europa estaba inmersa en una guerra cuyo número de muertos supera todos los decesos de conflictos bélicos, hasta hoy, del siglo XXI, mucho más poblado que el XX. Es decir, seguimos mejorando.
Por otra parte, el avance científico y en concreto el médico es asombroso y ha reducido muchísimo la mortalidad infantil y disparado la esperanza de vida. Cierto que en muchos países del continente europeo se vive peor que hace 10 años por culpa de la recesión económica y que quizás ocurre igual en los Estados Unidos aunque teniendo en cuenta lo mucho que se ha avanzado en la última década en China y la India, que juntos son la tercera parte de la población mundial, queda más que compensado. Y ampliando el zoom, si dirigimos la mirada al pasado, podíamos haberlo hecho mejor pero sin duda llevamos al menos un par siglos en la dirección correcta.
Lo malo es que si hago el mismo ejercicio mirando hacia el futuro lo que intuyo –saber no porque no soy profeta- no parece tan bueno, no sólo el sistema económico está fallando, es que el abuso ecológico que estamos haciendo al planeta está provocando consecuencias ya, no dentro de décadas y no a miles de kilómetros, sino por ejemplo en las grandes ciudades donde la contaminación es un problema real grave y actual.