Artículos de opinion
Recientemente hemos vivido uno de los periodos inflacionistas más grandes de las últimas décadas, un problema que como comentamos por aquí hace tiempo puede acabar con las democracias más sólidas. Desgraciadamente, la escalada agresiva de los precios es algo bastante más frecuente de lo que pensamos, sin ir más lejos lo experimentaron 56 países durante el siglo pasado. Veamos los mayores episodios inflacionistas de la historia.
Hungría: agosto 1945 – julio 1946
Los precios se duplicaban cada: 15 horas
Historia: Hungría fue devastada económicamente por la Segunda Guerra Mundial. Su desafortunada situación se debió a que era zona de guerra, y se estima que el 40% del capital nacional fue destruido en el conflicto. Antes de esta situación, se había embarcado en una desenfrenada e intensificada producción para respaldar el esfuerzo bélico alemán, pero Alemania nunca le pagó las mercancías.
Cuando Hungría firmó el tratado de paz con los Aliados en, fue obligada a pagar a los soviets enormes reparaciones, lo que supuso entre el 25-50 por ciento del presupuesto húngaro durante esta situación hiperinflacionaria. Entre tanto, la política monetaria del país fue básicamente fue asumido por la Comisión de Control Aliada.
Los bancos centrales húngaros advirtieron de que imprimir dinero para pagar las facturas no acabaría bien, pero los «Soviets, que dominaban la Comisión, hicieron oídos sordos a tales advertencias, lo que condujo a que algunos concluyesen que la hiperinflación estaba diseñada para alcanzar un objetivo político, la destrucción de la clase media». (Bomberger y Makinen 1983).
Zimbabue: marzo 2007 – noviembre 2008
Los precios se duplicaban cada: 25 horas
Historia: la hiperinflación de Zimbabue fue precedida por un largo y agotador declive de la producción económica que siguió a las reformas agrarias de Robert Mugabe de 2000-2001, a través de las cuales se expropió en gran parte la tierra de los agricultores blancos y se redistribuyó entre la población mayoritaria negra. Esto condujo a una caída del 50 por ciento de la producción en los siguientes nueve años.
Las reformas socialistas y su costosa implicación en la guerra civil del Congo dieron lugar a déficits presupuestarios enormes. Al mismo tiempo, la población de Zimbabue disminuía a medida que la gente huía del país. Estos dos factores opuestos de mayor gasto público y disminución de la base fiscal hicieron que el gobierno recurriera a la monetización de su déficit fiscal.
Yugoslavia/Republika Srpska: abril 1992 – enero 1994
Los precios se duplicaban cada: 34 horas
Historia: la caída de la Unión Soviética redujo el papel internacional de Yugoslavia, antes un jugador geopolítico que conectaba Oriente con Occidente, y su partido comunista dirigente finalmente acabó bajo la misma presión que los Soviets. Esta situación llevó a la escisión de Yugoslavia en varios países en función de líneas étnicas y a las posteriores guerras durante los siguientes años a medida que las recién formadas entidades políticas lograban su independencia.
En el proceso, el comercio entre las regiones de la antigua Yugoslavia se derrumbó y después la producción industrial. Simultáneamente, se aplicó un embargo internacional sobre las exportaciones yugoslavas, que acabó con la producción.
Petrovic, Bogetic, y Vujosevic (2012) explican que la recién formada República Federal de Yugoslavia, a diferencia de otros estados que también se escindieron como Serbia y Croacia, conservó mucha de la abotagada burocracia existente antes de la separación, contribuyendo al déficit federal. En un intento por monetizar este y otros déficits, el banco central perdió el control de la creación de dinero y provocó una hiperinflación.
Alemania de Weimar: agosto 1922 – diciembre 1923
Los precios se duplicaban cada: 3 días, 17 horas
Historia: la hiperinflación que sufrió la Alemania de Weimar a principios de los años 20 del siglo XX, surgió unos días antes a la derrota en la Primera Guerra Mundial. Como consecuencia de la guerra, Alemania tuvo que pagar grandes reparaciones a los vencedores para compensar los costes en los que incurrió la parte ganadora.
Sin embargo, Alemania no podía pagar las reparaciones con la divisa del momento, el marco, que ya se había debilitado significativamente durante la guerra porque Alemania había financiado su esfuerzo bélico totalmente mediante préstamos.
Para pagar las reparaciones en otra divisa distinta, la Alemania de Weimar se vio obligada a vender enormes cantidades de marcos a cambios de divisas extranjeras que sí se aceptaban como pago. Cuando vencieron los pagos en el verano de 1921, una política de venta del marco para comprar divisas extranjeras a cualquier precio dio lugar a una hiperinflación descontrolada a medida que el marco se devaluaba enormemente.
Grecia: mayo 1941 – diciembre 1945
Los precios se duplicaban cada: 4 días, 6 horas
Historia: el balance presupuestario fiscal de Grecia osciló desde el superávit de 271 millones de dracmas en 1939 a un déficit de 790 dracmas en 1940, como consecuencia del comienzo de la Segunda Guerra Mundial (el comercio exterior descendió drásticamente). Esta situación propició su posición fiscal ya deteriorada en el momento en que Grecia fue invadida por las potencias del Eje a finales de 1940.
Los costes adicionales sobre Grecia impuestos por el «gobierno títere» de las potencias del Eje que controlaban el país durante su ocupación, incluían mantener a 40.000 soldados del Eje emplazados allí y una gran indemnización debida a los ocupantes.
Además, la renta nacional griega se rebajó drásticamente de los 67,4 mil millones de dracmas en 1938 a 20 mil millones de dracmas en 1942. Dado que los ingresos fiscales caían en picado, Grecia recurrió a la monetización del banco central para pagar los gastos antes mencionados y financiar el resto de su déficit.
China: octubre 1947 – mayo 1949
Los precios se duplicaban cada: 5 días, 8 horas
Historia: después de la Segunda Guerra Mundial, China se encontraba dividida por una guerra civil. Los nacionalistas y los comunistas luchaban por el control del país e introdujeron divisas que competían en el proceso, dejando el sistema monetario chino fragmentado entre diez importantes medios de intercambio en 1948.
La divisa ocupó una posición dominante durante el conflicto – Campbell y Tullock (1954) explicaban que los tres gobiernos (incluido el de los japoneses ocupantes) iniciaron un «enfrentamiento bélico monetario» intentando socavar las divisas enemigas de distintas maneras.
Para financiar el conflicto, los nacionalistas recurrieron a enormes déficits presupuestarios, que finalmente intentaron resolver con impresión de dinero, dando lugar a una galopante hiperinflación. (Esta situación vino precedida por el abandono del patrón plata en China en 1935). Incluso implicaron al banco central de Taiwán en el plan de monetización, lo que provocó la hiperinflación en este país también.
Perú: julio 1990 – agosto 1990
Los precios se duplicaban cada: 13 días, 2 horas
Historia: Perú tuvo una larga lucha con la inflación durante la última mitad del siglo XX. Durante la primera mitad de los 80, Fernando Belaunde Terry fue el presidente del país y Perú tuvo que afrontar políticas de austeridad impuestas por los prestamistas del FMI tras la crisis financiera de Latino América que comenzó a principios de esa década.
El economista Thayer Watkins afirma que el gobierno de Belaunde Terry aparentaba que cumplía las reformas recomendadas por el FMI, cuando en realidad, no lo hacía. La economía estaba sufriendo estanflación en ese momento, y el electorado culpó al FMI por las políticas de austeridad, aunque dichas políticas no se estuvieran siguiendo en realidad.
Esta situación dio lugar a la elección de Alan García en 1985 como presidente. García promulgó reformas económicas populistas que únicamente sirvieron para debilitar la economía y cerrar los mercados de crédito internacional a Perú. Ante la falta de acceso al crédito y la situación económica en deterioro, la elevada inflación continua de Perú se convirtió en hiperinflación.
Francia: mayo 1795 – noviembre 1796
Los precios se duplicaban cada: 15 días, 2 horas
Historia: la Revolución Francesa (1789-1799) surgió después de un período en el que Francia había asumido sustanciales deudas como consecuencia de diversas guerras, incluida la guerra de la independencia de los EE.UU. respecto a Gran Bretaña.
Una de las políticas económicas más importantes de la Revolución Francesa fue la nacionalización de la tierra que antes había sido propiedad de la Iglesia Católica. La Iglesia era considerada un blanco fácil para la expropiación de patrimonio porque era propietaria de muchas tierras y ya tenía relativamente poca influencia política en el nuevo régimen.
El gobierno emitió entonces assignats al público – billetes que esencialmente correspondían a una divisa respaldada por la tierra – que se suponía que eran canjeables por la tierra de los tenedores del billete en el futuro. Sin embargo, el gobierno acabó emitiendo demasiados billetes en un intento por cerrar el déficit, devaluando los assignats y dando lugar a una hiperinflación descontrolada.
Nicaragua: junio 1986 – marzo 1991
Tasa de inflación diaria: 4 por ciento
Los precios se duplicaban cada: 16 días, 10 horas
Historia: en 1979, Nicaragua sufrió una revolución que asentó a los comunistas sandinistas en el poder. Esta situación tenía como telón de fondo una recesión global y una crisis financiera en gran parte de Latino América, desencadenadas por elevados niveles de deuda y la incapacidad de las naciones para asumir tales deudas.
La economía nicaragüense fue arrasada por la revolución, PIB se contrajo un 34 por ciento de manera acumulada durante 1978-1979. Cuando los sandinistas llegaron al poder, nacionalizaron grandes partes de la economía, contribuyendo más aún a la crisis económica y entorpeciendo una sólida recuperación.
Ante tal situación, el gobierno nicaragüense recurrió a una política fiscal expansionista y al préstamo extranjero para estimular la demanda interior. El gasto se aceleró en la última mitad de la década para financiar la guerra con los Contras. Aunque los fuertes controles de capital y el tipo de cambio fijo mantuvieron a raya la inflación al principio, la reforma económica de 1985 que se apartaba de tales políticas, desató a la inflación contenida en la economía nicaragüense.