Hay temas de los que me cansa escribir pero hay otros en los que me encuentro siempre dispuesto y uno de ellos es el de derribar falsos mitos sobre temas económicos que se repiten una y otra vez. Pero no es fácil si están muy arraigados y por eso en el de hoy he pedido ayuda a Perpe que lo hace todo más claro con su habilidad con los gráficos. Hay un bulo, repetido hasta la saciedad en redes sociales, en tertulias de bar y en este mismo foro cada cierto tiempo, que dice que el fuerte aumento de la deuda pública en España durante estos años procede del dinero que le hemos dado a los bancos (en realidad, a las antiguas cajas de ahorros). Yo, que llevo desde 2008 criticando las ayudas con dinero público al sector financiero, me siento como un abogado del diablo teniendo que rebajar esa cifra que está en gran parte del ideario colectivo y espero que no por esto creáis que me parece una cifra baja, me sigue pareciendo escandalosamente alta. Veamos antes de nada unos datos:
- Deuda pública finales de 2007: 384.000 millones de €
- Deuda pública finales de 2014: 1.020.000 millones de €
- Incremento total del volumen de la deuda pública durante esta crisis: 636.000 millones de €
Gráficamente se ve aún más claro:
Ahora veamos cuánto dinero ha costado la reestructuración del sistema financiero español: por un lado los bancos que no han recurrido a ayudas públicas han tenido que realizar provisiones por 103.017 millones de € que han salido básicamente de sus accionistas y para el que han tenido una ayuda regulatoria y fiscal gubernamental pero es una cantidad que no se refleja en la deuda pública. Tampoco se reflejan las aportaciones extraordinarias del Fondo de Garantía de Depósitos (que suman 9.007 millones de €) que han abonado el resto de entidades financieras. ¿Cuál cantidad sí sale reflejada? Pues los datos son claros: las dos inyecciones del Frob (9.294 y 5.183 millones), la recapitalización con fondos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (35.802) y los Esquemas de Protección de Activos para operaciones de fusión (7.978 millones aplicados y posibilidad de 6.592 adicionales, según prevé la Asociación Española de la Banca). El dinero gastado en cada entidad se puede ver en este esquema que ya tiene casi 3 años:
Es una cantidad enorme, que a mi juicio jamás debió ser gastada, pero que suma lo que suma y… que es menor ya que se deberían restar los intereses que el estado cobró a las entidades que avaló cuando éstas lo solicitaron para emitir deuda (se asumió un gran riesgo pero de aquello se obtuvieron beneficios), los 1.000 millones ingresados por vender NCG, los 1.100 de vender Catalunya Caixa y los 1.300 de la privatización parcial de Bankia de hace 1 año. Pero olvidemos eso, pongámonos en lo peor –que no sacamos nada más privatizando Bankia- y redondeando, digamos que hemos perdido para siempre 63.600 millones de €. Pues bien, esa cantidad –que seguro será más baja, creo acabará rondando los 40 mil- es la responsable tan sólo de un 10% de todo el aumento de deuda pública que España ha sufrido durante la crisis. Repito, es una cifra escandalosamente alta y que para mi no está justificada pero el principal responsable de que tengamos hoy más de 1 billón de € de deuda pública no es la reforma financiera de PPPSOE. Supongo el error viene de suponer que todo el coste total del saneamiento –unos 176 mil millones- ha sido traducido en deuda pública cuando la mayor parte de esa cantidad ha salido de la banca “sana” y no de fondos públicos.
Aclarado esto, la incógnita es: ¿De dónde ha salido entonces ese medio billón largo restante de incremento de la deuda pública –suma de todas las administraciones: locales, autonómicas y central- durante esta crisis? Claramente del desfase entre ingresos y gastos (entre los que se incluye también el coste en intereses de una deuda en aumento) que se refleja en los déficits presupuestarios que sufrimos desde 2008. En esta imagen se ve muy claro:
En cuanto acaeció la crisis, se desplomaron los ingresos (línea azul) y se disparó el gasto presupuestario (línea roja) tanto por mayores costes sociales como, sobre todo, por la política económica del gobierno ZP –hay que decir que la mayoría del mundo hizo lo mismo- de intentar paliar con gasto público los efectos de la recesión. En mayo 2010, obligados por el contagio de la crisis griega que encarecía nuestras emisiones de deuda, ZP cambia y empieza a reducir los gastos y bueno, la evolución hasta ahora se ve con claridad como también se aprecia que sigue habiendo un gran desfase entre ingresos y gastos que inevitablemente conduce a más deuda para cubrir ese agujero financiero.
Si PP y PSOE hubieran sido buenos gestores antes de la crisis en todos los niveles de la administración se hubieran dado cuenta que lo ordinario no era lo que el estado ingresaba por IVA en 2007 o lo que por transacciones inmobiliarias ingresaban los ayuntamientos, sino que era algo puntual. En lugar de eso, gastaron y previeron gastos por encima de sus posibilidades ya que supusieron que los años siguientes esos ingresos iban a seguir estando ahí. Y no ha sido así y han bastado unos años de fuertes déficits (menores ingresos que gastos) cubiertos por deuda para que se haya disparado la deuda pública. Finalmente, en esta última imagen podemos apreciar cómo en los sucesivos déficits presupuestarios por trimestres de los últimos años la parte roja –que es lo gastado en recapitalizar entidades financieras con dinero público- es sólo una pequeña parte –salvo cuando se pidió el rescate bancario a la UE a finales de 2012- del total gris. Qué gran color por cierto el gris para ilustrar la ineficiencia de nuestros gestores políticos…