Día sí y día también se oyen comentarios optimistas de algún miembro del gobierno español lo cual es habitual y totalmente respetable, el problema es que ese optimismo se basa en los datos actuales y claro, es incomprensible que los datos de la economía española de finales de 2013 les parezcan tan buenos. Y paso a explicar por qué. Los Presupuestos Generales del Estado del 2013, la principal arma económica de la que dispone un ejecutivo cada año, se elaboraron basados en las previsiones que nuestro gobierno realizó en septiembre de 2012. Por lo tanto conocemos lo que el actual gobierno esperaba hace poco más de un año –se puede consultar aquí– y las grandes cifras eran:
- El PIB caería en 2013 el 0.5%
- La tasa de paro EPA sería a finales de 2013 del 24.3%
En abril de 2013 rectificaron y elaboraron un nuevo cuadro macro y dijeron que el PIB caería en 2013 el 1.3% y la tasa de paro llegaría al 27.1%. A finales de septiembre de 2013, nuevo cambio. Guindos declara que espera que la tasa de paro sea del 26.6% manteniendo la caída del 1.3% del PIB que anunció en abril. Imaginemos que las últimas previsiones son las correctas… son mucho peores que las que nuestro gobierno tenía en septiembre de 2012 por lo que es absurdo que basándose en los datos actuales estén tan contentos cuando ellos mismos esperaban unos resultados mucho mejores. Entiendo que estén optimistas con la mejora de la prima de riesgo, con la subida del Ibex o con las previsiones que puedan tener para 2014 pero no con los datos actuales de PIB y paro ya que estamos mucho peor que lo que nuestros mandatarios económicos esperaban en septiembre de 2012. Es un hecho, y a no ser que mintieran como bellacos en septiembre de 2012 y fueran tan irresponsables de elaborar los Presupuestos Generales del Estado de 2013 basándose en mentiras, su alegría con las cifras actuales es infundada.