Shahid Javed Burki, ex ministro de Finanzas de Pakistán y vicepresidente del Banco Mundial cuenta que en sus años de servicio supervisando las operaciones del Banco Central en China se había puesto en estrecho contacto con algunos de los altos líderes del país, entre ellos el entonces primer ministro Zhu Rongji
Cuando en 1996 Pakistán estaba al borde de la bancarrota y evaluaba la posibilidad de caer en un incumplimiento de pago, fui a Beijing en calidad de ministro de Finanzas del país para pedir ayuda. Zhu afirmó que China no permitiría que Pakistán cayera en la bancarrota bajo mi supervisión y ordenó que se depositaran inmediatamente 500 millones de dólares en la cuenta de Pakistán en el Banco de la Reserva Federal en Nueva York. Esa inyección de dinero le permitió a Pakistán pagar sus deudas.
Qué envidia, una buena relación personal, un viaje para pedir un favor y con 500 millones de $ se acaba con una crisis de deuda… No será tan fácil en esta ocasión porque las cantidades y la desconfianza son tan grandes que la única opción posible es esperar a que vuelva el crecimiento y la inflación intentando con recortes de gastos que el volumen que se debe no aumente.