Nos hemos enterado que el 13 de febrero ocurrió la primera víctima por coronavirus en España. El 19 de febrero el Ibex hizo máximos de mucho tiempo (que descontando dividendos pagados serían máximos históricos) en 10100 puntos. Esa es la primera gran similitud con 2007: se sabía que la burbuja inmobiliaria había estallado en los EUA al menos hacía un año, ya habían ocurrido varios desastres financieros (como recordamos en un artículo reciente) y sin embargo las bolsas continuaron subiendo ignorando todos los problemas. Del mismo modo este año se marcaron máximos con la segunda economía del globo paralizada e incluso con una gran compañía como Apple avisando de que esa situación iba a impactar en sus resultados. Otro hecho parecido es que la FED bajó tipos el otro día de urgencia y los mercados no sólo no reaccionaron al alza, es que cayeron. Pero sinceramente, para mí se acabaron las coincidencias.
Es cierto que, como de hecho comenté hace unos viernes, la extrema complacencia de las bolsas no hacía presagiar nada bueno pero la fuerte bajada bursátil no se parece a ninguna otra del pasado que haya significado una nueva tendencia bajista ya que nunca se había pasado tan rápido en Wall Street de marcar máximos históricos a perder más de un 10%. Muchos inversores han entrado en pánico mientras yo veo una corrección y nada más pero puedo estar equivocado claro. Sin embargo, dejando de lado el volátil tema bursátil, las tres grandes diferencias entre 2008 y 2020 son económicas:
- Son los estados y no las personas y las empresas, los más endeudados. Eso implica que no tiene por qué desplomarse rápidamente ni el consumo ni acelerarse las quiebras si hay una recesión, y eso incidirá en que, en el peor escenario, el paro tampoco se dispararía a gran velocidad.
- Los bancos, al contrario que entonces, están fuertes de capital y no tienen por qué negar los créditos ya que están inundados de liquidez y saben que al banco central, si hace falta, les dará más. Eso es muy importante en España donde la mayoría de los empleadores son pymes y reduce el riesgo de un shock rápido como el que sí pasó en 2008.
- El actual mal momento económico está basado en circunstancias temporales (y más basadas en el miedo que en los hechos) y no estructurales: el desabastecimiento desde China (que parece está en vías de acabarse), la reducción del tráfico aéreo, de las reservas turísticas, de espectáculos de masas que dejaban grandes ingresos…
Sí, no son buenas noticias pero no se parecen en nada a las de 2008 ni a lo que podría ser una verdadera crisis sistémica: que se dejara de confiar en los bancos centrales y en el dinero que emiten, algo que no parece ser el caso. Y tampoco el coronavirus cambia tanto el panorama, hace poco más de un mes que ya advertía AQUÍ que incluso en los EUA las cosas no iban tan bien como parecía; lo que pasa es que había mucha inconsciencia. Ya antes del impacto del virus el PIB del último trimestre de 2019 fue malo para, por ejemplo, Alemania e Italia ¿y qué decir de Japón que cayó a un ritmo anualizado del 6,3% (por cierto, dato que conocimos el 18 de febrero y no afectó a las bolsas)? Se empeoran previsiones, puede que varios países tengan un PIB negativo el actual trimestre e incluso entren en recesión pero miremos este mapa con el escenario más pesimista hasta ahora:
Desde luego no es positivo pero no asusta tanto como lo que pasó en 2008. Además, hay que puntualizar un tema: el PIB es un indicador muy limitado, podría ser que la acumulación de inventarios de estos días (ante el riesgo de desabastecimiento consumidores y empresas han adquirido más bienes por precaución) repercuta positivamente en el PIB y las consecuencias más negativas no lleguen hasta el segundo trimestre. Desde luego si el comercio y el consumo se mantienen, por más que se suspendan algunos eventos, la consecuencia económica no será tan grande y sólo afectará limitadamente al empleo y sí, empeorarán aún más las cuentas públicas sin duda pero mientras puedan emitir deuda y colocarla, tampoco cambia lo que lleva pasando los últimos años. Tampoco es baladí el importante ahorro que supondrá el actual nivel de precios del crudo, fácil un 50% por debajo de como se había presupuestado por consumidores, empresas y gobiernos.
En cualquier caso, la respuesta sobre si esto es un shock de corto plazo o puede hundir al mundo en una nueva recesión, reside en si la progresión de afectados y muertos por el coronavirus (que de momento sigue afectando a un minúsculo porcentaje de población –por ejemplo para España se habla que llegaría a infectarse apenas un 0,02% de la población- y causando problemas graves a otro aún menor) sigue en línea ascendente durante muchas más semanas. De eso dependerá por ejemplo el impacto en el turismo en temporada alta. Yo confío en que, como pasa con la gripe, las altas temperaturas reduzcan al mínimo la propagación de este virus pero no soy un experto y podría estar equivocado, de lo que sí estoy seguro es que las noticias impactan en función de su novedad y el coronavirus dejará de ser novedad en algún momento cercano, y la baja cantidad de fallecidos en comparación al número de infectados tranquilizará los ánimos. O al menos eso espero.