Me equivoqué y parece que de nuevo va a haber elecciones, esa es la principal noticia para nuestro país en lo que supone un fracaso conjunto de nuestros representantes políticos. Por supuesto, como arma arrojadiza electoral, lo primero que han hecho todos es echar la culpa a otros de que haya generales por cuarta vez en menos de cuatro años. Aunque el socio preferente del PSOE –según el propio Sánchez y al único al que ha ofrecido algo- es UP, no ha conseguido su respaldo y sólo ha obtenido garantías seguras de apoyo de Revilla, el PNV y (nadie sabe muy bien por qué ya que en Cataluña el PSC ha preferido pactar en muchos casos contra ellos como en la alcaldía y la diputación de Barcelona) ERC. Teniendo en cuenta lo que el PSOE le ofrecía a UP en Julio, es poco comprensible que en septiembre le ofrezca bastante menos pero las encuestas dicen que no parece que los votantes le vayan a castigar por ello. Ni por habérsele vuelto en contra a Sánchez su inflexibilidad con su: “No es No”. Curioso porque el encargado de formar gobierno es el mayor responsable de este fracaso como de hecho el actual líder del PSOE decía a Rajoy en 2016 cuando éste se vio obligado a repetir convocatoria electoral. Si la oposición fuera lista hubiera hecho presidente a Sánchez en bloque, le hubiera fastidiado el plan electoral y le hubiera retado a gobernar en minoría. Total, casi seguro que acabarán teniéndolo que hacer tras las nuevas elecciones…
Tampoco parece que vayan a castigar al PP a pesar de que Casado, por pura coherencia con lo que defendía –y pedía al principal partido de la oposición entonces- hace tres años en una situación similar, debería haber dejado gobernar al más votado absteniéndose. Es más, los sondeos lo que dicen es que PP y PSOE saldrán beneficiados de la repetición electoral debido a la bajada de votos de UP, Vox y Cs. Lo de Cs es curioso porque es cierto que muchos de sus votantes (y de no votantes) preferirían que pactara con el PSOE para así evitar un gobierno del PSOE con UP y nacionalistas e independentistas pero yo me niego a criticar a un partido que cumple una promesa electoral, aunque yo también crea que se equivoca. Mucho peor me parece que Rivera no haya logrado mantener su equipo económico, que siga enquistado con un 155 que no viene al caso ahora o a que no esté abierto a pactar en base a un programa sin vetos previos a nadie…. Pero como esto último ya lo dejó claro antes de las elecciones, no tiene sentido echárselo en cara después. El caso es que Cs a nivel estatal –a nivel local hace lo mismo que todos los demás- está haciendo algo que resulta muy raro en España: no exigió cargos cuando pactó la investidura con Sánchez en 2016, no consiguió ni ministros ni secretarios de estado al pactar con Rajoy (sentando un precedente al que no ha querido hacer caso Iglesias), no sacó nada cuando apoyó los –aún vigentes- PGE, ahora acaba de renunciar a intentar obtener ministros y secretarías de estado –en claro contraste con otros que decían estar contra la “casta”- por cumplir su programa electoral, incluso en su último desesperado intento de evitar estas elecciones tampoco pidió algo para sí… No recuerdo a ningún partido político que haya actuado de esta forma nunca, como un auténtico “pagafantas” y en contra de sus propios intereses a sabiendas ya que las intenciones de voto son muy claras y todo apunta a que será el más castigado en noviembre por los votantes.
Así que más bipartidismo y más abstención (lo que puede provocar más sorpresas de las esperadas por las encuestas pero, a la vez y debido a nuestro sistema electoral, más beneficios a los partidos más votados en cada circunscripción) y un presumible resultado que resultará similar a la situación actual: el PSOE seguirá siendo la única alternativa real de gobierno. La situación política española se parece a la de la economía global en que es más de lo mismo: si aquí todo sigue pivotando en torno a PPPSOE –y cada vez con menos visos de cambio- y a repeticiones electorales con los mismos actores, en la economía (y en los mercados financieros) todo gira en torno a las decisiones de los bancos centrales. Como se supone que las medidas que tomaron nos sacaron del hoyo tras la Gran Recesión de 2008, se da por hecho que hay que repetirlas a la que el crecimiento y la inflación aminoran… eso en la Eurozona porque en los EUA, donde Powell ha cedido a las presiones de Trump, nada de eso pasa pero la FED también está volviendo a tomar la misma senda con un nuevo recorte esta semana que ningún dato justifica (de hecho, es la primera vez en su historia que baja tipos con la tasa de paro por debajo del 4%). Es más, los ataques terroristas del sábado pasado han provocado un aumento de riesgo bélico en la zona que podría llevar a un repunte del precio del crudo mucho mayor que el que de momento hemos visto y que seguro aumentaría las expectativas de inflación o al menos reducir el riesgo de la tan temida deflación. En resumen, un mundo sobreendeudado en el que se prima al que tiene deudas y se castiga al que ahorra sin saber muy bien qué consecuencias tendrá esto. También recomiendo leer esta reflexión:
¿Pueden tasas ultrabajas ser contractivas? | by Ernest Liu, Atif Mian and Amir Sufi
En las bolsas sí que hemos visto una reacción positiva a las decisiones del BCE de la semana pasada pero se ha calmado estos días por el mal comportamiento de los bancos (y quizás porque había quien apostaba a una bajada de la FED más agresiva aún). Acordaos que el pasado viernes os mostré cómo el sectorial bancario, tras mucho tiempo haciéndolo peor que el índice, empezaba a comportarse mejor y que se podía explicar porque esperaba alguna ayuda del banco central. Y vaya si la tuvo porque al exonerar a los bancos del pago de parte del exceso de liquidez en realidad lo que fue una bajada del tipo de depósito para los titulares en los medios, en realidad para ellos fue una subida, dejando ese movimiento en algo simbólico. Como además anunció compras de renta fija sin fecha de finalización, al arbitrio de lo que quiera hacer Lagarde cuando llegue en noviembre, está dejando claro el mensaje de que BCE seguirá inyectando liquidez al sistema y ¿a qué activo de riesgo como la bolsa no le gusta eso? Sin embargo, como suele pasar se compró con el rumor y se ha acabado vendiendo con la noticia por lo que no podemos hablar de un cambio de tendencia aún.
No obstante, mi escenario sigue siendo el mismo: creo se pasará esta volatilidad (septiembre es estadísticamente un mal mes para la bolsa) y el último trimestre hasta fin de año habrá alzas bursátiles -en contraste con el desastroso de 2018- y probablemente más fuertes en valores bancarios (entre otras cosas por operaciones corporativas “obligadas” por instancias superiores) que en los “utilities” al contrario de lo que llevaba pasando hasta agosto. Mientras el Euribor es posible que no baje mucho más de la zona actual pero está casi garantizado que, contra todas las previsiones que ya lo veían en positivo en 2019, seguirá en negativo en 2020. Incluso si el crudo repunta otro poco más ya que la clave sigue estando en la enorme liquidez baratísima que siguen suministrando los bancos centrales al sistema. Como imagen, y para cambiar de tema, otra forma de ver la exagerada burbuja inmobiliaria española y lo alejados que estamos de ella incluso con los últimos repuntes de precio: viendo las horas trabajadas en la construcción y colocándolas en un contexto europeo
Links.-
- La popularidad de los bancos centrales
- Lo que los economistas todavía necesitan aprender | by Mark Cliffe
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