El 4 de enero de 2016 la portada de El País decía: “El proyecto de Mas sucumbe ante la necesidad de nuevas elecciones”. Otros medios hacían lo mismo, echaban la culpa a Mas que en septiembre de 2015 había ganado las autonómicas con bastante diferencia obteniendo 62 diputados uniendo a CiU y ERC en una misma marca: JxSI. Como la mayoría absoluta necesitaba de 68, hacía falta que lo apoyaran los representantes de la CUP que, contra todo pronóstico, votaron en asamblea en contra. Finalmente, poco antes de acabarse el plazo, Mas renunció a ser el candidato, que pasó a ser Puigdemont (un desconocido en el resto de España y en casi toda Cataluña hasta entonces) y la CUP votó Sí. Lo curioso de aquello es que la mayoría de analistas y medios en España quisieron ver en esa lucha por conseguir formar gobierno de JxSI, y a pesar de su rotunda victoria electoral, como una prueba de lo mal que iba la política catalana y criticaron mucho a Mas por haber convocado elecciones algo que no está pasando ahora con la española ni con Sánchez.
Y es que muy poco tiempo después, España volvió a caer en lo mismo y la crisis fue a peor porque tras renunciar Rajoy a intentar ser presidente tras haber ganado las elecciones de diciembre de 2015 y tras un frustrado intento de Sánchez y Rivera, se tuvieron que repetir elecciones en Junio de 2016, algo que nunca antes había pasado y que tuvieron la menor participación (66,48%) de la historia de nuestra moderna democracia. Ni los medios afines al PP echaron la culpa a Rajoy ni a día de hoy los medios afines a Sánchez le echan la culpa a él. Nadie habla de “proyecto fracasado” demostrando una vez más la falta de objetividad tan presente y tan común. Tampoco acertaron mucho los que pronosticaron el resultado de esas segundas elecciones en 2016 sobre todo porque UP quedó por debajo de las expectativas y el PP por encima si bien lo cierto es que los bloques resultaron similares y tuvieron que suceder cosas extraordinarias (cambio temporal de líder en el PSOE incluido) para evitar tener que ir a unas terceras elecciones.
Ahora estamos en una situación similar, en la que TODOS son culpables de la falta de una cultura de pactos que sí practican a nivel local pero que les cuesta mucho a la hora de formar gobierno nacional. Solo 10 de los 28 gobiernos de la UE son monocolor, no sé a qué esperamos para igualarnos en eso con la UE, ¿cómo es posible que nunca haya habido en España gobiernos con ministros de otro partido diferente al del presidente?. Incluso estamos peor que en otras ocasiones porque ya se habla de repetir también convocatorias electorales en algunas autonomías. En España unas segundas elecciones supondrían un resultado similar pues aunque el consenso diga que PSOE y PP saldrán fortalecidos, los bloques seguirán sin variaciones sustanciales. Yo no lo sé, lo que sí tengo claro es que, como ya pasó en la anterior repetición, la abstención subirá y no hay que olvidar que, incluso en la mayoría absoluta del PP de 2011, esa fue la opción mayoritaria por los españoles. Veamos los resultados de este año:
Un aumento de la abstención puede cambiar mucho las previsiones como ya hemos comentado que pasó en 2016. Sin embargo, estoy de acuerdo en que el bloqueo político continuará ganen unos o pierdan otros ciertos diputados. De hecho, como se puede ver aquí, nuestra situación política no es diferente a la de hace 42 años sólo que entonces, como los Pactos de la Moncloa y la propia Constitución demuestran, parece que nuestros políticos sí que buscaban el consenso con mucho más ahínco que ahora:
Resultados Elecciones Generales 1977 / 2019
UCD 34,4% / PP + Cs 32,6%
PSOE 29,3% / 28,7%
PCE + PSP + otros marxistas 15,4% / Unidas Podemos 14,3%
AP + Alianza Nacional 8,6% / Vox 10,3%
Nacionalistas catalanes 4,6% / 5,8%
Nacionalistas vascos 2% / 2,5%Que 42 años no es nada…
— Ignacio Molina (@_ignaciomolina) May 2, 2019
Lo importante es que la economía no se está viendo afectada por este tema. Con la prórroga de los PGE elaborados por PP y Cs y la alegría de un crudo barato y unos tipos de endeudamiento cada vez más bajos que enmascaran el aumento del déficit y la evidente desaceleración, poco importa lo que tarde Sánchez en formar gobierno, incluso tranquiliza su poca disposición a meter a Iglesias en el ejecutivo. Tampoco la bolsa española –dominada por inversores extranjeros- está nerviosa por la política, quizás porque también nos beneficie -en la comparación- la situación italiana. Sí lo está, como el resto de índices europeos, a la que Wall Street flaquea un poco (esto es, que durante algunas sesiones no marque nuevos máximos históricos) porque no parece haber mucha alegría entre los inversores por nuestro continente, incluso los selectivos que más se han acercado a máximos plurianuales se han visto afectados por la mala sesión norteamericana del miércoles y han corregido asustados. Lo raro era la baja volatilidad que había pero en verano y con presentaciones de resultados (no demasiado boyantes) empresariales, es normal que haya vuelto el movimiento. Demasiada complacencia en los EUA y demasiado miedo aquí son mala combinación para estar tranquilos: son semanas para estar fuera del mercado o al menos para no seguirlo de cerca.
Links.-
- Situación España. Tercer trimestre 2019 – BBVA Research
- Paraísos fiscales en la UE: un terreno de juego desequilibrado
- Por qué los inversores deberían mirar más allá del PIB africano | by Paulo Gomes
- Cómo regular Internet | by Karen Kornbluh & Ellen P. Goodman
- Lo que Estados Unidos necesita comprender en relación con el capitalismo | by Clair Brown &
- ¿Se transformará en Cáncer la Libra de Facebook? | by Andrés Velasco, Roberto
- El arte de la adopción de una actitud expectante | by Keyu Jin
- Situación La Rioja 2019 – BBVA Research