En 1973 el profesor Burton Gordon Malkiel publicó el libro Un paseo aleatorio por Wall Street. En él explicaba que para comprobar si los aciertos de los expertos eran o no aleatorios debía hacerse, según Malkiel, un concurso entre profesionales y una elección de acciones completamente al azar. La metáfora de esta selección fortuita consistía en imaginar un mono con los ojos vendados lanzando dardos a la página con la lista de acciones del The Wall Street Journal. Luego se compararían los rendimientos de las carteras de ambos contendientes.
Los redactores del diario estadounidense cogieron el guante lanzado por este prestigioso economista. Lo sorprendente es que cuando se comparó el comportamiento anual de la cartera de valores elegida al azar por el mono con el de los fondos de inversión referenciados al mercado estadounidense, la cartera del mono había superado al 85% de los fondos, además de haber superado al comportamiento de los principales índices del país. Este experimento se realizó durante 14 años y en el largo plazo las recomendaciones de los profesionales sí que batieron claramente a las del mono aunque sumando comisiones el resultado fue muy similar.
Visto que el mono es capaz de conocer mejor el futuro que los expertos, lo siguiente que voy a hacer es algo que considero más útil: traducir y resumir unas recomendaciones que en principio no son para inversores sino para especuladores (aunque en mi opinión valen para todos), elaboradas por el prestigioso trader Dennis Gartman:
- El objetivo no es comprar barato ni vender caro, sino comprar aquello que podré vender más caro.
- En mercados alcistas sólo podremos estar largos o neutrales. En bajistas cortos o neutrales.
- Opera siempre a favor de la tendencia del mercado. Nunca en contra.
- No olvides que los mercados bajistas son mucho más violentos que los alcistas.
- Sé paciente cuando tengas posiciones ganadoras pero enormemente impaciente con las perdedoras. Fija siempre un stop de pérdidas y beneficios a la hora de entrar en el mercado.
- La psicología es a menudo más importante que los conocimientos de economía.
- Bajo ninguna circunstancia hay que añadir importe a una posición en pérdida. Es decir, está prohibido promediar a la baja.
- No malgastes tus dos capitales, el que está en tu bolsillo y el que está en tu mente. Sé muy disciplinado con los stops de pérdidas y beneficios o te convertirás en un inversor largoplacista sin éxito. La disciplina es una de las virtudes del buen especulador.
- La paciencia es otra de las claves a la hora de especular. Si se nos escapa una buena oportunidad en el mercado, debemos pensar que siempre llegará otra.
- Las rachas de aciertos/fallos funcionan en ciclos. Si sufrimos una mala racha, es aconsejable dejar de operar durante un tiempo.
- Los mercados pueden estar ‘ilógicos’ o ‘irracionales’ más tiempo del que los inversores pueden estar solventes.
- Todas las reglas anteriores pueden romperse. La clave está en saber cuándo y con qué frecuencia
Por supuesto, la sabiduría en aplicar esta última es la gran diferencia entre los que ganan mucho y los que pierden mucho en los mercados. Como los que ganan suelen ser minoría, y la mayoría tan sólo quiere conseguir un plus para sus ahorros sin demasiados sustos, casi que es mejor ignorar la número 12 y centrarse en cumplir las demás.