Hace unos días leí uno de los mejores –si no el mejor- artículos que he leído este año y que recomiendo aunque esté en inglés (siempre se puede usar el traductor de google y más o menos se pilla todo), se llama 5 lecciones de la Historia que de alguna forma son muy obvias pero que está bien que nos las recuerden, además con ejemplos que nos van a culturizar un poco más. Como el texto es largo, sólo me voy a quedar, porque creo viene al caso, con una referencia que hace sobre la Gran Depresión de 1929 ya que explica que la Gran Depresión comenzó con la caída del mercado de valores del 24 de octubre de 1929. Esa es la historia, una buena historia porque es un evento específico en un día específico. Pero sólo el 2,5% de los estadounidenses poseían acciones en 1929, el verdadero dolor para la gente llegó cuando empezaron a quebrar bancos. En los EUA también quebraron muchos bancos en la última crisis, aquí se puede apreciar (vemos cómo de enorme fue la gran quiebra de 2008: Lehman pero en número de bancos el peor año fue 2010):
En la actualidad hay más norteamericanos con acciones que entonces, especialmente a través de sus fondos de pensiones y por eso el mal desempeño de Wall Street en 2008 (y el espectacular rebote desde marzo de 2009) fue y es muy importante pero en la década de 1930, como recuerda este artículo, el problema mayor fueron los bancos: “Cuando los bancos fallan, las personas pierden sus ahorros. Cuando pierden sus ahorros dejan de gastar. Cuando dejan de gastar, las empresas fracasan. Cuando las empresas fracasan, los bancos fallan. Cuando los bancos fallan la gente pierde sus ahorros. Y así sucesivamente sin fin” y eso quizás explica que en la última crisis la mayor obsesión de todos los gobiernos fue no dejar caer a los bancos al precio que fuera. Yo no creo que nuestros dirigentes conocieran Historia, si no llegan a vivir el colapso de los días posteriores a la caída de Lehman quizás no hubieran actuado igual pero esta es sólo mi sesgada opinión. También he de añadir que este miedo justificado a que una caída de la solvencia bancaria haga peligrar el sistema financiero por desgracia no creo cambie aunque sean las grandes tecnológicas las que vayan asumiendo temas financieros.
Todo esto está muy relacionado con la actual situación de los mercados y la economía: la bolsa puede bajar y puede bajar mucho ya que razones no le faltan como la guerra comercial, un posible Bréxit sin acuerdo, los problemas de entendimiento entre el gobierno italiano y la UE… pero el mayor problema económico que sacude a nuestro continente –aunque salpicaría a los demás- es la situación de Deutsche Bank. Nadie va a permitir que caiga por supuesto porque todos temen las consecuencias sobre la economía real por lo que se asume que un estado tan fuerte y tan solvente como el alemán lo impedirá… Y sin embargo, al preocupación está ahí. En España pasa lo mismo, el Ibex puede caer 2 mil puntos que no tendría el impacto económico que el que cayera Santander o BBVA. De este modo hay una gran contradicción para los bancos centrales: por un lado inyectan liquidez y mantienen tipos ultrabajos para animar la economía pero a la vez, estrangulan la actividad de los bancos y con ello su futuro.
En el punto medio debería estar la virtud pero lo que ahora mismo descuenta el Euribor, la renta fija y las expectativas de inflación
es tipos bajos en la Eurozona durante mucho más tiempo del que pensábamos para alegría de estados ultra-endeudados e hipotecados a tipo variable (y desesperación de los que contrataron una fija) mientras las bolsas, que hasta hace algunas semanas creían que ese escenario era compatible con un alto crecimiento, empiezan a dudar de que sea compatible un mundo en el que aumenten los beneficios empresariales a la vez que los bancos centrales desconfían tanto de la economía que siguen dopándola por miedo a una recesión. En medio de todo esto está el precio del crudo cuya evolución alcista es casi la única causa de que exista algo de inflación y que cuando cae –como en las dos últimas semanas- reduce las previsiones del IPC pero también ayuda a la economía, justo lo contrario de los aranceles: encarecen los productos para los consumidores y cualquier efecto positivo en la recaudación se ve anulado por la desaceleración del comercio mundial y su impacto negativo en empresas y ciudadanos.
Junio empezó mal con un lunes que en los primeros minutos de negociación recordaba mucho a lo que fue mayo pero poco a poco los índices fueron recuperando a pesar de que el sectorial bancario en Europa sigue muy tocado y el Nasdaq en Wall Street está sufriendo mucho tanto por la guerra comercial como porque EEUU abrirá una investigación contra las principales empresas tecnológicas. En resumen, por decisiones políticas, lo cual es bastante extraño porque a los gobiernos les interesa que la bolsa no caiga, y más Trump que en muchas ocasiones ha presumido del buen desempeño de Wall Street bajo su mandato. De hecho, se espera que este fin de semana en la reunión del G-20 se lancen mensajes políticos para apaciguar la guerra comercial. Esto más, sobre todo, la acción de los bancos centrales (ya se descuenta que la FED bajará hasta tres veces los tipos este año cuando hace unos meses iba a subirlos) apunta a rebote bursátil que es lo que hemos visto esta semana tras su mal comienzo. La típica volatilidad veraniega parece se ha adelantado a la primavera…
Links.-
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- Los ciudadanos europeos se pronuncian por una UE más política | by Jean Pisani-Ferry
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