La tormenta solar más potente de la historia que hayamos registrado los humanos ocurrió en 1859 y se la conoce como el evento Carrington. Se comenzó a detectar el 28 de agosto al hacerse visibles “auroras boreales” en puntos tan insólitos como Cuba pero lo grave fue el 1 y 2 de septiembre cuando los sistemas de telégrafos de Europa y América del norte se vieron afectados provocándose diversos incendios. Se calcula que la mayor llamarada solar, la máxima responsable del evento, tardó diecisiete horas y 40 minutos en llegar del Sol a la Tierra el primero de Septiembre. En 1989 una llamarada solar de tan sólo un 15% de la del evento Carrington, provocó un apagón eléctrico de 9 horas en Quebec y pocos dudan de que si se diera hoy algo de tanta intensidad como lo de 1859 las consecuencias serían catastróficas tanto para los satélites artificiales como para todo tipo de comunicaciones. Los apagones eléctricos podrían durar semanas ya que podrían dañarse los transformadores, incluso hay previsiones que hablan de años en reparar todo lo dañado.
Como vemos, la fragilidad e inestabilidad de nuestra moderna civilización, o incluso de nuestra propia existencia, están ahí. Nada es seguro, todo es arriesgado pero una de las ventajas que tenemos de vivir tan pocos años en relación a la historia del Universo es que estadísticamente es muy difícil que nos afecte algún evento “extraordinario”. Ese es el pensamiento que se tiene también con los crash bursátiles pero por desgracia para los inversores son más frecuentes de lo que parece y sus causas suelen ser muy similares. El pasado lunes fue el aniversario del conocido como primer “viernes negro” de la Historia. Desde entonces, la palabra ‘Negro’ se ha usado para describir cualquier día en que el mercado de valores o los mercados financieros en general, se han estrellado. Fue el 24 de septiembre de 1869 y las causas, dicen los libros, que están en que el gobierno de la Unión inició la impresión de oro no respaldado para financiar el esfuerzo de reconstrucción del país (hacía 4 años que había terminado la guerra civil americana) y por un intento de dos especuladores de acaparar el mercado del oro. Esto llevó a un pánico bancario en los ahorristas que trataron de retirar sus ahorros (en moneda de oro) de los bancos. Años después hubo una investigación como las de ahora buscando culpables que nunca se encuentran…
La inevitable pregunta es ¿puede ocurrir algo similar hoy? Es evidente que sí, y además por causas similares. Ya estamos viendo episodios de pérdida de confianza en la moneda en Argentina, Turquía, Sudáfrica… ¿quién dice que tras una política tan expansiva de los bancos centrales con tanta impresión de dinero respaldada en deuda comprada no puede ocurrir lo mismo en naciones más avanzadas como por ejemplo Japón? No obstante, lo más probable es que la crisis suceda por el efecto que toda esa liquidez ha tenido en el precio de los activos de mayor riesgo como la bolsa. Tras la más larga racha alcista de Wall Street va a ser complicado que no haya algún crash bursátil, incluso alguno que no cambie la tendencia y quede sólo en un tremendo susto. Lo importante es que cuando llegue sea como en 1987, que tuvo nula repercusión en la economía real. Pero eso es muy complicado porque seguimos dependiendo mucho de la salud del sistema financiero y éste puede verse muy afectado por algo así. Para colmo, pilla a los españoles, y al mundo en general, con una muy baja tasa de ahorro con la que afrontar problemas.
Ahora mismo estamos viendo como en la Eurozona –con la notable excepción de Alemania- la economía está perdiendo fuerza pero no sabemos si el pobre rendimiento bursátil de este año se debe a ello o a que hay miedo a que BCE empiece a retirar estímulos. Esto es importante porque BCE podría cambiar de opinión y entonces ese “ancla” desaparecería. No obstante, mi opinión no es que la bolsa europea lo esté haciendo mal, está comportándose con bastante lógica: el crudo más caro, la guerra comercial, los problemas para mantener el estado del bienestar con una deuda que sólo es viable gracias al BCE, la desunión política, la crisis de los emergentes, la incógnita del Bréxit, Trump…. Al fin y al cabo si vemos la subida desde los mínimos de verano del 2012 es normal tomarse un respiro con esos condicionantes. Lo que pasa es que nos comparamos con Wall Street que, aparte de que tiene un puñado de tecnológicas que aquí no tenemos y que son las que más pesan en sus índices, está en unos números de auténtica burbuja. No veo incompatible que la Eurozona esté perdiendo “momento” económico y que no haya un rally de último trimestre en bolsa pero lo que de verdad me preocupa es que Wall Street se desinfle y eso tenga efectos sobre la economía real. Ocurrirá antes o después, no tengo duda pero esperemos que no tenga excesivas consecuencias.
En cuanto al corto plazo, lo más relevante de la semana –ya que la subida de la FED ya estaba descontada- es el máximo de 4 años del precio del crudo, algo que sumado a las declaraciones de Draghi sobre un aumento de la inflación, está dando alas a una subida de rentabilidades de la deuda y aumenta la expectativa de alzas en los tipos de interés. De momento todo son conjeturas, lo único real es que un petróleo más caro no ayuda a un crecimiento que está entrando en desaceleración pero también es cierto que otras muchas materias primas siguen baratas, no es como otras veces que el crudo arrastra los precios de todas. En cuanto a la bolsa, típica semana post-vencimientos de derivados trimestrales: caídas que no varían demasiado la situación técnica global pero que dejan en evidencia las notables subidas de la semana anterior. Como imagen, una que puede ayudarnos a entender el por qué el Ibex se está quedando atrás de las enormes revalorizaciones bursátiles norteamericanas pero que también podría ayudarle como refugio si algún día se pincha la segunda burbuja del Nasdaq de este siglo:
Links.
- Construcción en Europa (julio-2018)
- Estados Unidos perderá la guerra comercial con China by Anatole Kaletsky
- Cambio climático: no hay motivos para desesperar by Carl Bildt
- ¿Se justifican los precios de las acciones en Estados Unidos? by Robert J. Shiller
- Las guerras comerciales de la codependencia by Stephen S. Roach
- La resucitación del modelo económico de Reagan y sus efectos sobre la economía global by Hans-Werner Sinn
- Pernoctaciones hoteleras (agosto-2018)
- Reducción de la deuda e independencia de los bancos centrales