Esta semana debe ser, por las fechas, de las de menos lectores del foro, así que no arriesgo mucho dedicando todo el artículo de la semana en los mercados… a los mercados, aunque no suele ser un tema muy popular. Y es que se supone que estos días deberían haber sido tranquilos debido al bajo volumen global y a las vacaciones de los grandes gestores y traders pero… esa es la trampa de agosto. Cuanto más confiados se van los inversores a pasar unos días de asueto, más volatilidad aparece. Y no es cierto que una subida de la volatilidad implique un mayor riesgo, también puede suponer una mayor oportunidad pero claro, si el inversor ya está comprado y sus valores bajan de precio y no dispone de liquidez porque ha hecho caso al periódico salmón que cada sábado le dice que compre SAN y BBVA, poco puede hacer.
Mis advertencias del viernes pasado sobre la extraña calma que debía romperse parece que se han empezado a cumplir. Y lo más curioso es que se ha iniciado por un tema del que llevo tiempo advirtiendo: Turquía; pero que, como suele pasar, no pesa en el ánimo general hasta que de repente en un solo día alerta a todos los medios y “analistas” del mundo, demostrando la poca racionalidad y el borreguismo en el que se mueve el corto plazo. No es nuevo que Turquía (y Argentina, e Irán, y Sudáfrica…) tienen problemas y que su divisa se está depreciando desde hace meses, tampoco que hay contagio a otros países denominados emergentes (ojo a nuestro vecino Marruecos por ejemplo, candidato a devaluar su moneda más pronto que tarde) y “frontiers” y que ha empujado al alza al $ (y al €/$ a mínimos anuales). Se dice que un valor o un índice (en este caso el de emergentes global) entra en tendencia bajista “oficial” cuando cae más de un 20% desde su máximo anterior. Para colmo el movimiento ha sido en menos de 8 meses:
¿Hasta qué punto puede hacer descarrilar esto el buen momento económico global? Imposible predecirlo aunque en mi opinión hay riesgos económicos peores como la guerra comercial pero está claro que en un año en el que la mayoría de bolsas mundiales lo están haciendo mal –si eliminamos Wall Street (y sobre todo el Nasdaq y a ciertas tecnológicas) en 2018 apenas hay rentabilidad positiva en los índices- esto no ayuda, aunque tampoco es que se vea pánico en los mercados precisamente. De las grandes, tan sólo la bolsa de Shanghai (donde se suman la crisis emergente y la guerra comercial de Trump) se acerca a ese -20% en el año. Aunque si nos fijamos en el Ibex, con nuestros dos mayores bancos tan expuestos a Turquía y otros emergentes, la situación es dura para el inversor nacional típico. Pero tampoco es que pille de nuevas, todos sabemos que los valores con más peso en nuestro índice tienen muchas inversiones en mercados emergentes, de hecho ya lo advertimos cuando empezaron los problemas en Argentina. He leído estos días a accionistas de BBVA pidiendo la dimisión del consejero delegado por haber comprado un banco turco hace años y no digo ni que sí ni que no pero lo que es evidente es que es una estrategia pública, así que si un accionista no hubiera estado de acuerdo con ella, podía haber vendido hace tiempo o no haber comprado. Es decir, está bien pedir responsabilidades a los gestores pero como he repetido tantas veces, la inversión en bolsa es voluntaria y cada uno es responsable de dónde mete su dinero. Salvo que le engañen o le oculten información (que no parece el caso), echar las culpas a otros de las decisiones de cada uno no sirve de mucho.
El Ibex además tiene otro problema y es que cuando no había inflación aún tenía la excusa de una alta rentabilidad por dividendo pero ahora con un 2,2% de IPC –a lo que restar las comisiones de la operativa- resulta que la rentabilidad real depende casi exclusivamente del precio y los 10 mil sobre los que cerró el año pasado parecen cada día más lejanos. Esto mi reafirma en mi idea de no recomendar la “estrategia” de estar siempre invertido en bolsa y menos aún la de ir comprando pequeñas cantidades mes a mes, ¿Qué clase de estrategia es una que depende de la liquidez del cliente y no de los precios de los activos? Es evidente que la bolsa siempre es un riesgo pero que la estadística muestra que a largo plazo lo más habitual es que los índices (no digo las acciones, ese es otro tema) bursátiles suban. Si además son de países con una inflación moderada y sobre todo con una divisa confiable, el riesgo se va reduciendo pero… elegir el mejor momento para comprar es mucho más importante que estar comprado siempre, no es lo mismo haber comprado en 2007 que en 2012. Una vez decidido que se quiere comprar (y eso es cuestión de cada uno), el momento de hacerlo es lo difícil. Por ejemplo, el que vendió Ibex antes del verano si quiere volver a invertir ahora va a encontrar mejores precios y en lugar de perder un 5%, estará invertido un 5% más barato que hace 2 meses.
Y un 5% es mucho, por eso creo que hay que trabajárselo un poco, arriesgarse a estar en liquidez de vez en cuando esperando momentos “de rebajas” e intentar comprar lo más barato posible en lugar de hacer caso al discurso siemprealcista mayoritario. Hay muchas herramientas para detectar tendencias e intentar hacerlo lo mejor posible pero aspirar a comprar en el mínimo es absurdo y no creo deba ser el objetivo. Sólo digo que si alguien está convencido que la bolsa es la mejor opción de inversión para su dinero en 2018 –y repito que esa decisión es suya- no tiene por qué estar comprado todo el año pase lo que pase o adquirir acciones poco a poco cada mes, que es justo lo que hacen los fondos de pensiones que tan mal resultado están dando en este país. Yo por mi parte sigo sin estar invertido en nada y si me atrae algo es el oro y las materias primas agrícolas pero lo mismo es un buen año para apuntarse –en bolsa- al carro del maquillaje de fin de año si el ambiente sigue bajista hacia octubre pero recomiendo prudencia porque además de la guerra comercial, el lío geopolítico, los emergentes y la burbuja de Wall Street cimentada en un puñado de valores, además, está el problema político italiano y su electoralista –y peligroso- uso de la eurofobia. También esta semana –en la que han bajado casi todos los activos, incluido el petróleo, el oro, el cobre, la plata…- se ha intensificado el desplome de las criptomonedas, anulando el rebote de hace un mes. Es decir, el mayor valor refugio a día de hoy para “los mercados” es el dólar y, a cierta distancia, la renta fija (norteamericana y alemana principalmente).
Link
- La falsa amenaza neoliberal
- La aventura europea de Steve Bannon by Ian Buruma
- Si Trump gobernara Venecia by Asad Jamal
- La prevención es la mejor cura para la migración by Jorge Moreira da Silva
- El callejón sin salida de la política comercial de la administración Trump by James McCormack
- Las retiradas victoriosas de Trump by Anatole Kal
- Una Reserva Federal ahistórica by J. Bradford DeLong
- ¿Igualdad para todos? by Roger E.A. Farm
- Las multas de Europa a Google se pasan de la raya by Pascal Salin
- Producción industrial (junio-2018)