Hace dos meses publiqué un artículo AQUÍ titulado “La locura de los futuros del Bitcoin” explicando que lo que había sido diseñado como dinero, no era más que un activo especulativo que sólo tenía utilidad si seguía subiendo indefinidamente, cosa harto improbable tras el ascenso meteórico del año pasado. Alguno hasta me llamó mentiroso porque he comprobado que hay un componente ideológico en determinados inversores en criptomonedas –creen firmemente que serán el futuro y que el dinero dejará de ser monopolio de los bancos centrales- que parece que les nubla el juicio porque aunque tengan razón (que no lo creo), siempre es importante no adquirir algo a precios excesivos. No hay que mezclar pensamientos ni deseos con realidades y parecía evidente que unas alzas tan intensas en tan poco tiempo no presagiaban nada bueno. Y efectivamente el desplome ha ocurrido, pocas semanas después de comenzar la cotización de futuros lo que probablemente hizo entrar a peces pequeños en este mercado que han servido de contrapartida a los peces grandes que han realizado beneficios de forma agresiva. De más de 19 mil a menos de 7 mil en un mes (aunque hoy estaba por encima de 8 mil de nuevo la última vez que lo miré). Y la sensación, que ya tenía yo hace tiempo, de que no hay forma de saber cuál es el precio real de este “activo”.
Con todo, los que ganaron dinero con el Bitcoin estupendo, los que perdieron lo siento por ellos pero su incidencia en la economía es mínima. Sin embargo, con la renta fija y la renta variable no pasa lo mismo. Que la rentabilidad de la deuda USA suba no deja de ser normal tras 4 subidas de tipos desde noviembre de 2016. Que la marcha de Yellen por un nuevo gobernador -que probablemente sea más agresivo con la reducción del balance de la FED- unido a declaraciones dentro de BCE sobre un fin de las políticas QE en la Eurozona y el rebrote inflacionario global por la subida del precio del crudo acaben afectando también al Bund alemán y al resto de deuda soberana del mundo, tampoco. Lo que pocos esperaban (yo sí, pero hace mucho más tiempo con lo que es igual que equivocarse) es que todo eso fuera la excusa perfecta para una violenta corrección bursátil. De hecho, “expertos” no hace mucho decían que el que BCE hablara de subir tipos era un factor alcista para las cotizaciones de los bancos europeos… Tela cuando la gran cuestión es si los actuales niveles bursátiles pueden mantenerse en el tiempo sin la constante liquidez suministrada por los bancos centrales.