Último artículo del año que invita a hacer un balance de 2017, un año en el que casi todas mis previsiones fallaron porque pecaron de lógicas y olvidaron un importante factor. Quizás el mejor ejemplo sea el €/$, mientras en los EUA han subido tipos tres veces y tienen pensado seguir haciéndolo, mientras allí hace años que el balance del Banco Central no crece y además hay planes para reducirlo en el futuro cercano, en la Eurozona es todo lo contrario: tipos de interés en mínimos y BCE sigue inyectando más y más liquidez. Esto debería traducirse en un € más débil y un $ más fuerte, así como un mayor empuje para las bolsas de aquí (que además no están salpicadas por los líos políticos de Trump y las amenazas de Corea del Norte) que no las de allí… Pues no, este año ha pasado lo contrario. Y ahora, a toro pasado claro, creo que mi mayor error fue subestimar el huella de la gran rebaja fiscal de Trump.
Autor
Droblo
Como hoy es festivo en algunas zonas de España y están cerrados los mercados financieros y todos estamos de resaca de las fiestas y de preparación para las que nos quedan, voy a escribir poco. Y dado que estos días los medios económicos se llenan de recomendaciones de inversión cara al 2018 voy a recordar una famosa –pero totalmente cierta- anécdota histórica: En 1973 el profesor Burton Gordon Malkiel publicó el libro Un paseo aleatorio por Wall Street. En él explicaba que para comprobar si los aciertos de los expertos eran o no aleatorios debía hacerse, según Malkiel, un concurso entre profesionales y una elección de acciones completamente al azar. La metáfora de esta selección fortuita consistía en imaginar un mono con los ojos vendados lanzando dardos a la página con la lista de acciones del The Wall Street Journal. Luego se compararían los rendimientos de las carteras de ambos contendientes.
Los redactores del diario estadounidense cogieron el guante lanzado por este prestigioso economista. Lo sorprendente es que cuando se comparó el comportamiento anual de la cartera de valores elegida al azar por el mono con el de los fondos de inversión referenciados al mercado estadounidense, la cartera del mono había superado al 85% de los fondos, además de haber superado al comportamiento de los principales índices del país. Este experimento se realizó durante 14 años y en el largo plazo las recomendaciones de los profesionales sí que batieron claramente a las del mono aunque sumando comisiones el resultado fue muy similar.
Visto que el mono es capaz de conocer mejor el futuro que los expertos, lo siguiente que voy a hacer es algo que considero más útil: traducir y resumir unas recomendaciones que en principio no son para inversores sino para especuladores (aunque en mi opinión valen para todos), elaboradas por el prestigioso trader Dennis Gartman:
El resultado de las elecciones autonómicas catalanas son la gran noticia del día. Noticia negativa porque todo apunta a que la inestabilidad que se inició en Septiembre con la aprobación en el Parlament de unas leyes contrarias a la Constitución va a continuar. Las elecciones las ganó Ciudadanos como partido -aunque sólo le servirá para liderar la oposición, algo que ya hacía antes- y los independentistas como bloque aunque hay muchas incógnitas sobre su capacidad para formar gobierno incluso poniéndose de acuerdo los tres grupos (que sospecho no será fácil en el caso de la CUP). Personalmente considero muy importante que los partidos independentistas no han obtenido, una vez más, la mayoría en votos y esto da para muchas lecturas:
El otro día leí que 8 de cada 10 portugueses están a favor de una “Unión ibérica”. No me sorprendió porque que un país pequeño quiera unirse a otro mayor en igualdad de oportunidades suena a muy ventajoso, no creo que a España le interesara algo así y preferiría, en ese hipotético caso, que Portugal fuera una autonomía más. En cualquier caso me dio por pensar, ¿si Portugal quisiera unirse a España no deberíamos votar todos los españoles si estamos de acuerdo con la anexión? Y si esto es evidente, con la misma lógica, ¿No deberíamos votar todos los españoles si estamos o no de acuerdo en lo contrario, una secesión? Pero creo que de ese tema ya se ha hablado demasiado y me voy a fijar en el segundo pensamiento que me vino a la cabeza: ¿Qué votaría yo si me plantearan un cambio que implicaría dejar ser español para ser, por ejemplo “portuespañol” y añadir otros colores a la bandera rojigualda?
Es interesante el vuelco que los sondeos muestran en la intención de voto en España. Antes del verano empezaron a mostrarse encuestas que darían suficiente mayoría a una posible coalición PSOE+UP o que al menos superaban a la de PP+C´s lo que podría traducirse en un giro a la izquierda del electorado español. Además, como ya comenté hace un par de viernes, los juicios que vienen por la corrupción augurarían problemas para el PP que podrían ser aprovechados electoralmente por la oposición. Pero llegó en Septiembre la decisión del Parlament y del Govern de saltarse la Constitución y aprobar una ley que decía que iba a realizarse el 1-O aunque fuera ilegal y que si su resultado, aunque no tuviera las mínimas garantías requeridas, fuera positivo, Cataluña declararía la independencia. Y a partir de ahí, todo cambió.
2017 se ha convertido en el año del Bitcoin, todo el mundo habla de él tras la excelente rentabilidad ofrecida. Es pues el año en el que, por si quedaba alguna duda, ha quedado claro que no es un sustituto del dinero como se supone pretendía su creador -o creadores- conocidos como Satoshi Nakamoto sino un activo que se compra y se vende. Esto es clave porque el dinero es algo simbólico, puede ser un trozo de papel con un sello pero un activo debe tener un valor intrínseco, debe valer para algo.
La popularidad del bitcoin empieza por su opacidad -preocupante tanto por temas fiscales como por ser un posible escondite para fondos procedentes de actividades ilegales-, prosiguió como modo de transformar una moneda nacional débil (en Zimbawe por ejemplo) o una que no se puede cambiar en el mercado libre por otra (el mejor ejemplo es el yuan)… pero en la actualidad es un nido de especuladores comprando barato para vender caro. De hecho, estos días van a empezar a cotizar futuros del bitcoin, todo un mercado de derivados montados sobre un activo muy poco líquido, en el que ha habido varios episodios de robo de monederos, que no está regulado, que tiene unos movimientos de una volatilidad altísima… A lo que sumar el nivel de precios al que empieza todo esto: