Ya en anteriores ocasiones he hablado de la ‘pescadilla que se muerde la cola’ que tiene en actual Gobierno con las emisiones de deuda y las entidades nacionalizadas.
Pero es que mientras que antes aun se molestaban en disimularlo, ahora ya lo dicen claramente, justo lo que necesitan los mercados para bajar nuestros intereses de las emisiones de deuda: que sepan que estamos haciendo el ‘timo del tocomocho’.
Cuando la prima de riesgo estaba en 600 puntos y más, con el tipo de interés del bono a 10 años en el 7% y más allá, no había emisión de deuda del Tesoro que no consiguiese colocar la cifra prevista, eso sí, con un encarecimiento exagerado de los tipos de interés de las colocaciones.
Y esto no ocurría hace años, sino que estaba ocurriendo hace unos meses, justo cuando a bombo y platillo el Banco de España hablaba de la fuga de depósitos que estábamos sufriendo. Algunos decían que el dinero de los depósitos era el que se empleaba en la deuda pública, cosa que ciertamente en parte puede ser verdad, pero como ya dije una vez, basta con esperar a ver pasar el cadáver del vecino por delante de la puerta para saber que es verdad. Y el caso es que el cadáver ya ha pasado y se ha visto que no era verdad.
94.378 millones de euros tenía a finales del 2011 la banca española invertidos en deuda pública. Nueve meses después la cifra es de 195.203 millones, lo que supone un incremento de 100.825 millones en lo que dura un parto. Aquellos que decían que los ahorradores particulares sacaban dinero de sus depósitos para invertirlo en deuda pública se equivocaban.
¿Con qué cara se puede hablar a los mercados de saneamiento del sistema financiero español cuando está adquiriendo con el dinero que el Estado le da la propia deuda que este emite vía el Tesoro?
Una cosa queda clara por lo tanto: si se rescata a España porque no es capaz de afrontar sus deudas, ¿no esperará la banca recuperar algún día el dinero que tiene depositado en deuda pública española.
El Gobierno de turno ha decidido unir el futuro del país al futuro de la banca. Si se hunde el uno se hunde el otro
¿Dónde se puede separar la delgada línea del rescate al sector financiero y la del rescate del país? Lo triste es que el rescate de un país debería de ser el rescate de sus ciudadanos y no el rescate de los que han causado que la situación haya llegado a los límites en los que nos encontramos y todo a costa de empeorar el Estado del Bienestar de muchos para mantener el estado de bienestar de unos pocos.
Si el dinero que dio el Gobierno para recapitalizar las entidades financieras se ha destinado, a tenor de las cifras anteriores, a adquirir deuda de España, lógico parece que haya que pedir un rescate a Europa de nuestro sector financiero y, más lógico aún, el hecho de que si este dinero se empleó para adquirir letras, obligaciones y bonos del Tesoro, no pueda ser destinado a que llegue el crédito a las empresas y a las familias y, por lo tanto, no sirva para generar empleo.
Si a esto le añadimos que el dinero dado por el Gobierno a las entidades recapitalizadas va a salir de subidas de impuestos a los ciudadanos y de perder servicios sociales, lo único que nos podemos encontrar es que nos quedan muchos años de sufrimiento y, sobre todo, un empeoramiento en la calidad de vida de los ciudadanos. Unos pocos van a salir bien parados gracias al sacrificio de otros muchos.
José Luis del Campo Villares, colaborador de iAhorro