En estos días, todos los ojos económicos de Europa se han centrado en Barcelona y la reunión del BCE, más cuando la viabilidad del sector financiero español está más de entredicho que nunca. Lejos están las palabras del anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando definió a nuestro sistema financiero como “quizás el más solido”, la realidad es que los balances están llenos de activos tóxicos y sobrevalorados, y que la generación de beneficios no es suficiente para salvar las entidades muy expuestas al negocio nacional.
El FROB no es suficiente
En medio de la tormenta, el pasado jueves el ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció la regulación en las próximas semanas de la creación de las sociedades que servirán para aislar los activos inmobiliarios problemáticos de la banca, y es que esta regulación es clave, visto el duro castigo a Bankia de las últimas semanas.
Y es que aunque Bankia, ya separó sus activos tóxicos a través del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), esta medida tan sólo sirve para ver de forma más sencilla la evolución de los activos inmobiliarios y su riesgo por un lado, y la generación de recursos sin este “lastre” por otro. Así, acabamos de conocer la exposición al ladrillo de BFA al cierre de 2011, 37.517 millones de euros, 5.000 millones menos que en el año anterior, pero con 10.564 millones de euros en operaciones con carácter dudoso, un 36,5% más.
Crecen los créditos problemáticos, y ¿Cómo se cubren estas contingencias? Este es el problema que ha hecho desplomarse al sector financiero en estas últimas semanas, se duda tanto del valor de los inmuebles que debería ser mucho menor como que con la generación de resultados se cubra todos estos activos dudosos. Si es así, el problema sobrepasaría las intervenidas CAM, Catalunya Caixa o Novagaliciabanco, llegaría prácticamente a todas las entidades que sus beneficios se generan en mayor parte en la economía doméstica. Es decir si exceptuamos BBVA y Banco Santander, prácticamente todas las entidades financieras.
Banco malo e intervención de Europa
Si Bankia tuviera que ser intervenida, sobrepasaría las capacidades del FROB y se necesitaría del Fondo de Rescate Europeo. Por todo ello, se pide más aún el beneplácito de la Comisión y del Banco Central Europeo para las nuevas medidas, entre ellas la creación del banco malo.
El primer paso adelantado por el ministro de Economía consistiría en crear “ciertas ventajas” para las sociedades que segreguen los activos, pero también creando un marco para que posteriormente puedan ser aglutinados en una única entidad de propiedad pública y que se nutriría del Fondo de Rescate Europeo. Si es así, estaríamos hablando de una intervención en toda regla y de la mayor inyección de fondos públicos, pero también de un cambio de actores, ya que la valoración de los activos inmobiliarios estaría en manos del Ejecutivo y debería suponer un duro ajuste, que se trasladaría a todas las entidades financieras y empresas inmobiliarias.
Es decir, de forma definitiva, los bancos deberían valorar de forma correcta sus cuentas y partir de cero, aunque esto suponga desvelar todos los “artificios contables” anteriores. La credibilidad actual es nula y si quieren que vuelva, hay que reconocer todos los errores y la situación real, ya.
Pero también, debería suponer o al menos la ciudadanía reclamaría una verdadera vuelta de tuerca a un sector alejado del ciudadano y la pequeña empresa, un rescate ¿casi definitivo? en el que se libera de operaciones dudosas, las mismas que les hicieron ganar muchos miles de millones de euros en el pasado, debe asegurar que se vuelva a apoyar al ciudadano en términos adecuados.
Antonio Gallardo, iAhorro.com, Comparador de ahorros