Artículo escrito por Kiko Llaneras, autor de En Silicio, un blog dedicado a analizar la actualidad usando datos y gráficas.
La semana pasada Carlos mencionó el artículo del New York Times sobre el incremento del desempleo juvenil en nuestro país. Pese a que es un fenómeno que experimentan EEUU y otros países europeos, España es el ejemplo extremo: en tres años la tasa de paro joven ha pasado del 17% al 42,9%.
El dato puro y duro parece negativo, pero lo es mucho más cuando se compara con el resto de países. Para comprobarlo, he preparado la siguiente gráfica:
- España tiene la tasa de paro joven más alta de toda la Unión Europea, llegando incluso a duplicar la tasa media.
- Ningún país se nos acerca: España aventaja nítidamente a los emergentes bálticos, Letonia y Estonia, y a la desplomada Irlanda.
- España es el segundo país donde más ha aumentado el paro joven en el último año.
Estos datos dibujan un panorama gris para los jóvenes que decidieron no estudiar, y que ahora se encuentran sin trabajo, con poca formación, e incapaces de ganar experiencia que mejore sus expectativas de empleo. Precisamente el New York Times criticaba que pese a que el gobierno gasta 30.000 millones de euros al año en prestaciones por desempleo, apenas se han tomado medidas por mejorar la empleabilidad del colectivo.
Los datos en contexto histórico
Se puede argumentar que los datos anteriores son menos preocupantes porque España es un país de paro elevado. Pero como se observa en la segunda gráfica, esa perspectiva histórica tampoco ofrece un diagnóstico tranquilizador.