Las fiestas navideñas, aparte de constituir unas fechas cargadas de reuniones familiares, eventos con amigos y compañeros y reencuentros que en otras fechas serían disparatados, son, desde que el mundo es mundo, una excusa para abusar de la salud y de la cartera, con unos excesos que se dejarán sentir en los meses siguientes.
Son las fechas en las que damos entrada a nuestros hogares a muchos productos inéditos en otras fechas y, en este sentido, con un producto tan patrio (tanto que hasta el independentista catalán más radical lo hace suyo) como el jamón ibérico, nos hemos encontrado con la desagradable sorpresa de un aumento de precios preocupante.