Recuerdo que cuando pequeño, solía hacerme preguntas que resonarán en todo aquél que fué niño: ¿Quien creó la tierra? ¿Adonde nos vamos cuando morimos? ¿Existe Dios? Y si existe: ¿es Maradona? (en el mundial de México de 1986 me encontraba transitando mis 11 años).
Ahora, cuando mi edad se acerca cada vez más a mi peso, he decidido recuperar aquél espíritu inquieto y curioso al hacerme la siguiente pregunta existencial: ¿Qué es más importante para la vida de una persona, el sexo o el dinero?.
Pero la respuesta, contrariamente a lo que el lector podría llegar a sospechar, no fué tan fácil. De hecho, hicieron falta dos estudios realizados por sendas y prestigiosas universidades de EEUU y Europa para llegar a una potencial respuesta.
La cama ofrece más felicidad que la cuenta bancaria.
El mundo está lleno de esos seres incompletos que andan en dos pies y degradan el único misterio que les queda: el sexo
-D. H. Lawrence-
Según un interesante estudio realizado por David Blanchflower (del Dartmouth College en Hanover) y Andrew Oswald (Universidad de Warwick, Gran Bretaña) en los EEUU y titulado “Money, Sex and Happiness: An Empirical Study” (Dinero, Sexo y Felicidad: Un Estudio Empírico) y sobre una muestra de 16.000 adultos, se llegó a la sorprendente conclusión de que existe una relación directa entre la frecuencia de las relaciones sexuales de una pareja y sus ingresos.
Según los resultados, las parejas que tienen relaciones sexuales 4 o más veces al mes suelen tener, en promedio, ingresos significativamente más altos que aquellas cuya frecuencia sexual es menor.