En el debate sobre la necesidad de reformar el marco jurídico hipotecario, para hacer más justo el sistema, es fácil caer en la demagogia. En su momento ofrecí una serie de medidas para reformar el mercado hipotecario. Ya advertí que no soy partidario de generalizar la dación en pago sin más, entre otras cosas porque no me gustan introducir riesgo moral en el sistema.
Mi buena amigo y alter ego Echevarri ha tenido la deferencia de opinar y criticar de forma razonada mis tesis, su particular contrarreforma hipotecaria.
He de decir que lo más positivo de todo este debate no son las conclusiones a las que llegamos unos y otros según nuestras experiencias y formación. Lo verdaderamente beneficioso para la sociedad es que haya debate. Demasiado tiempo hemos estando asistiendo a una situación de, en mi opinión, abuso de posición dominante de la banca sin cuestionarnos nada.
Para criticar medidas de reforma del mercado hipotecario suelen existir dos tipos de argumentos:
- El sistema actual ha funcionado durante mucho tiempo y cambiarlo crearía inseguridad jurídica.
- Los bancos no son los culpables de la situación, o como mínimo es una responsabilidad compartida.