¡Me encanta le expresión de ‘banco malo’! Da la sensación que a sus clientes cuando entran los fustigan o cuando un peatón para por delante de sus oficinas le empujan o lo insultan. Es una forma sutil de tergiversar las palabras y no llamar a las cosas por su nombre.
El Sareb, como así se llama ‘nuestro’ ‘banco malo’, y digo nuestro porque nos sale a todos los ciudadanos del ‘cinto’, es en realidad el ‘banco moroso’, el ‘banco de impagados’, ‘banco inmobiliaria’,…., o cualquier otra forma similar que tenga de definir su actividad, que no es otra que quedarse con los ‘muertos’ de las entidades financieras que se han ‘comido’ por culpa de su ferocidad usura en su negocio crediticio.