Mañana empezamos mayo y tras los números rojos de ayer me vino a la mente la famosa frase «Sell in May and go away» (vende en mayo y lárgate). Ayer el dato del PIB del primer trimestre de los Estados Unidos, con un incremento del 0,2%, fue un dato muy pobre y aunque sabíamos que el primer trimestre de la economía americana había sido malo, las estimaciones eran de un crecimiento del 1,1%. Por otro lado, la Fed no descarta nada sobre la subida de tipos, puede ser tanto en junio, como después del verano… todo confuso y sin determinar como viene siendo costumbre. Lo realmente sorprendente fueron las intensas caídas en el Viejo Continente lastrados por los resultados corporativos. Así que veremos qué está pasando por Europa tanto en el Dax 30 como en el Ibex 35.
Empezaremos por la caída más importante de los selectivos europeos, que fue el Dax porque perdió un 3,21% hasta cerrar en los 11.432 puntos debido al mal dato de la inflación interanual del país. Una dura caída ya que barrió el soporte situado en los 11.700 puntos que sería la neckline del H-C-H que ha estado dibujando desde el mes de marzo. Antes de nada comentar que el selectivo alemán llevaba un grado de sobrecompra importante por lo que una corrección es normal. El escenario más probable es que el Dax vuelva a visitar a los 11.000 puntos que es un soporte muy claro ya que coincide los máximos de febrero y transcurriría la parte baja del canal alcista. Una vez llegados a ese punto veremos si termina entrando dinero o más bien salir papel… Muy probablemente, en ese punto la clave la tendrá Grecia y las negociaciones que están llevando con el Eurogrupo para que les lleguen los 7.200 millones de euros del rescate el próximo 11 de mayo para afrontar los próximos pagos y librarse de la bancarrota.
Nuestro Ibex 35 sufrió también tras la publicación de resultados del BBVA, que a pesar de incrementar el beneficio en un 146,2% en el primer trimestre del año y batir las previsiones, su margen de intereses se quedó en 3.624 millones de euros frente una estimación de 4.000 millones de euros. Ayer el selectivo español cayó un 1,97% hasta los 11.370 puntos, mientras el promedio de caídas en el Viejo Continente cayó un 2,1%. Las caídas las lideró el sector bancario pero todos los valores cerraron en rojo, exceptuando a Jazztel que se mantiene como buen refugio hasta la formalización de la compra de Orange. Aunque la verdad la mayoría de índices europeos han quebrado los soportes más inmediatos, el selectivo español estaría aguantando bastante bien por en cima de los 11.300 puntos, correspondientes a los mínimos de abril. De traspasarlos, nos iríamos derechos hacia los 11.200 puntos, una zona de soporte muy importante, dónde se concentran varios máximos.
Si nos fijamos en Wall Street y más detalladamente en el S&P500, desde que se inició el año anda triangulando en triangulo ascendente, lo que le ha permitido recientemente alcanzar máximos históricos en los 2.117 puntos, por los buenos datos de Amazon, Google y Microsoft. Esta estructura parece estar dispuesta a consumir tiempo y dar bandazos de un lado a otro hasta que no haya una postura más firme sobre la subida de tipos de interes. A nivel técnico hay un punto que me llama la atención y es que tras la caída del mes de octubre del año pasado, el impulso alcista siguiente dejó un gap en el recorrido en los 1.900 puntos, por lo que en un futuro debería rellenarlo en forma de precio.
El Nasdaq también ha firmado recientemente máximos históricos en los 5.092 puntos. Pero me gustaría enseñarles cómo es el gráfico del Nasdaq Biotechnology Index, cuyo aspecto burbujero no deja a nadie indiferente y en apenas tres años a triplicado su cotización. Nunca se sabe cuánto más puede durar la tendencia hiperalcista del sector de la biotecnología pero meterse en estos niveles, uno corre serios riesgos a que las ventas le empapelen vivo y que pierda hasta la camisa.