En plena burbuja en el mercado de bonos en el que las rentabilidades ha caído gracias a la asistencia financiera de la autoridad monetaria a través del quantitative easing, los inversores observan que las rentabilidades que se ofrecen en la actualidad son ridículas e incluso algunos bonos soberanos cotizan con rentabilidades negativas. Ante este escenario, muchos se plantean ¿Por qué no asumir mayor riesgo para obtener un mejores interés? Así que en vez de incorporar bonos con emisores con un rating de investment grade buscar oportunidades en bonos de alto rendimiento también conocidos como bonos basura que son aquellos bonos corporativos que se encuentran por debajo del rating ‘BB’. En las siguientes líneas vamos a describir cuáles son las ventajas y los inconvenientes, a los que se enfrenta un inversor al incorporar en su cartera bonos basura.
Si nos referimos a las ventajas, la principal ventaja de los bonos de alto rendimiento, como su propio nombre indica, ofrecen mejores retornos a los inversores que los bonos clasificados en grado de inversión. Esto se debe a que las empresas emisoras de estos bonos no tienen una calificación de grado de inversión, deben ofrecer un mayor retorno de la inversión. Otra gran ventaja a tener en cuenta reside en que si una empresa es muy arriesgada con serias dificultades para atender a sus compromisos, pero que se quiere invertir en ella, los tenedores de bonos se les paga antes que a los accionistas en el supuesto de proceso de liquidación de los activos. En última instancia un impago empresa significa que los bonos y las acciones que se emiten sin valor, pero ya que los tenedores de bonos se les paga a cabo en primer lugar, tienen una mayor probabilidad de conseguir algo de dinero de su inversión sobre los accionistas en el caso de incumplimiento tales.
Los contras de invertir en bonos basura están relacionados con el riesgo que adquiere el inversor por ese plus de volatilidad. No hay ninguna forma de evitar esto, la única razón por bonos basura son de alto rendimiento se debe a que llevan consigo una mayor probabilidad de impago que los tradicionales situados en grado de inversión. Si el emisor sufriera un default significaría que los bonos no tienen ningún valor, esto hace que este tipo de inversiones mucho más arriesgados para incluir en una cartera de bonos tradicionales. Asimismo, uno de los inconvenientes de estos bonos se encuentra en el riesgo de mercado porque en el supuesto de pretender vender la exposición a un bono de alto rendimiento existen más dificultades para proceder a la venta. También hay que mencionar que los cambios en las tipos de interés pueden afectar a todos los bonos, no sólo los bonos de alto rendimiento. Estos determinados bonos de empresas cuya calidad crediticia empeora por las dificultades financieras, si la calificación crediticia se reduce aún más, el precio del bono puede bajar también, lo que puede reducir drásticamente el retorno de la inversión esperada si el inversor no tiene como objetivo temporal de inversión el vencimiento.
Tradicionalmente, el mercado de bonos basura ha sido golpeado muy duro por las recesiones. Aunque otros bonos pueden ver su valor sube como una manera de atraer a estos inversores en estos momentos, los que ya estaban emitiendo bonos de alto rendimiento no puede hacer esto y, a menudo empiezan a fallar como otras oportunidades de bonos se vuelven más atractivos para los inversores. Esto significa que durante una recesión casi todos los bonos basura a menos que estén en industrias resistentes a la recesión, corre un riesgo mucho más alto de lo normal de convertirse en inútil.
Hay que considerar que muchas de las empresas cotizadas que emiten estos bonos son buenas compañías, sólidas, con una buena reputación en su historial pero se enfrentan a tiempos difíciles debido a errores de capitalización, mala planificación de la actividad económica u otras dificultades. Estos sucesos pueden llevar a que los bonos de la compañía se disparen y su calificación quede rebajada. por lo que se debe investigar cuidadosamente el mercado, la industria y la empresa puede ayudar a revelar si la empresa sólo está pasando por un momento difícil, o si se dirigía hacia un escenario de concurso de acreedores o bien la quiebra.