El especulador es aquel agente de los mercados financieros que obtiene su beneficio a través del diferencial entre el precio de entrada y el precio de salida, aprovechando las tendencias efectuadas por el propio mercado. El término especulador deriva del vocablo latino speculari que significa mirar o examinar.
Aunque los especuladores gozan de muy mala fama, su existencia aporta a los mercados financieros los siguientes beneficios:
– Liquidez: Que en los mercados haya volumen de negociación permite el fácil acceso, por lo que sin la figura del especulador sería inviable obtener contrapartida.
– Traspaso del riesgo: En el mercado de derivados mientras los gestores de fondos realizan operaciones de cobertura con la finalidad de desprenderse del riesgo son los especuladores quién recogen ese riesgo a cambio de obtener un posible beneficio.
– Estabilizador de precios: Si un especulador trata de “comprar barato y vender caro” compraran en momentos en que el precio de un instrumento financiero sea atractivo y se desprenderán de él cuando no lo sea según su aversión al riesgo y el horizonte temporal en el que trabajan. Si alguien que comprara barato y vendiera caro los mercados tenderían al más infinito o al menos infinito sin capacidad alguna de estabilización
Especular según el producto:
Esta actividad tendrá diferentes rasgos según el producto que se utilice para alcanzar el beneficio. Por lo que si realizamos una compraventa de acciones de Telefónica sabemos que las acciones son homogéneas entre sí mismas y por lo tanto cada título tendrá el mismo precio, además de ser títulos que gozan de elevados volúmenes de negociación por lo que es relativamente fácil abrir y cerrar una posición.
Por lo contrario, los especuladores que adquieren productos como puedan ser la vivienda deberán asumir que son productos poco líquidos, por lo que encontrar contrapartida es más complicado, además el precio de la vivienda se diferenciará de las demás por las características propias como puedan ser calidades del inmueble o zonas de mayor o menor valoración sobre el metro cuadrado.
Diferentes tipos de especuladores en los mercados financieros:
– Scalpers: Son operadores de muy corto plazo pocos segundos o pocas minutos según el los tipos de gráficos que utilicen para sus posiciones. Buscan perseguir pequeños beneficios y a veces soportan pequeñas pérdidas buscando en determinados puntos sobre un índice o determinados pips en el mercado Forex.
– Day Trader: Son operadores operan en menor cantidad diaria que los scalpers pero comparten la ”afición a la pantalla” de los scalpers aunque suelen trabajar con gráficos de periodos más amplios. Su horario de lo delimita la propia apertura del mercado y el propio cierre.
– Swing Trader: Son aquellos en que su actividad se agrupa en un plazo temporal superior a las 24 horas, por lo que físicamente no pueden estar delante de la pantalla y observar el desarrollo constante de su posición.
– Position Trader: Estos especuladores son los que mayores plazos abarca de todos los tipos de especuladores ya que sus operaciones pueden mantenerse varias semanas o incluso años. Los position traders, además del análisis técnico complementan a su toma de decisiones el análisis fundamental para desencadenar ordenes de compra o venta.
– Spreaders: Los spreaders compran y venden contratos simultáneamente, con diferentes vencimientos buscando permanentemente el beneficio entre ambós contratos a través del diferencial de los mismos denominado spread.
Crítica a la especulación:
La figura del especulador suele estar inmerso en la crítica de la sociedad porque han habido procesos a lo largo de la historia económica que un exceso de esta actividad ha llevado a las mayores burbujas y las mayores ruinas pero al fin y al cabo, esto forma parte de la actividad, sobreviven aquellos, que mediante el beneficio, gestionan su capital de forma correcta y perecen aquellos, que mediante las pérdidas o las quiebras, lo han hecho de forma incorrecta.
Otra crítica desemboca sobre el tipo de productos en el que están operando ya que algunos consideran que determinados productos no debería ejercerse dicha actividad y por lo tanto desvincularse de las leyes de la oferta y la demanda que regulan la capacidad de adquisición de cualquier producto.