El rendimiento del capital invertido o ROCE (Return on capital employed) por sus siglas en inglés, es un ratio financiero que mide la rentabilidad de una empresa y una cuestión especialmente relevante, la eficiencia con que se emplea ese capital.
ROCE = Beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT) / Capital Empleado
El numerador del ROCE es el EBIT (Earning Before Interest and Taxes en inglés) es el beneficio antes de intereses e impuestos. Mientras que, el capital empleado es el denominador y son los recursos financieros permanentes que se obtiene de sumar el Patrimonio Neto y los Pasivos No corrientes, aunque también se puede simplificar como Activo Total – Pasivo Corriente. Asimismo, en lugar de utilizar el capital empleado en un punto arbitrario en el tiempo, los analistas y los inversores a menudo calculan sobre la base de rendimiento del capital invertido el capital medio empleado, tomando el promedio de apertura y cierre de capital empleado.
Un rendimiento del capital invertido más alto indica un uso más eficiente del capital. Una visión clara es que el ROCE debe ser más alto que el coste de capital de la compañía, de lo contrario, indica que la empresa no está empleando su capital de manera eficaz y no está generando valor para los accionistas.
El ROCE supone una métrica útil para la comparación de rentabilidad entre las empresas en base a la cantidad de capital que utilizan. Si consideramos dos empresas, A y B que operan en el mismo sector industrial. Supongamos que A tiene un EBIT de 5 millones de dólares y en ventas de 100 millones en un año determinado, mientras que B tiene un EBIT de 7.5 millones de dólares y en ventas de 100 millones en el mismo año.
A primera vista, puede parecer que B puede ser una alternativa de inversión mejor, ya que tiene un margen EBIT del 7,5% en comparación con el 5% de la empresa A. Pero antes de tomar una decisión de inversión, debemos observar detenidamente el capital empleado por ambas compañías. Vamos a suponer que A tiene un capital total de 25 millones de dólares y B tiene un capital total de 50 millones. En este caso, la empresa A tendría un ROCE del 20%, mientras que el ROCE de B sería del 15%, lo que significa que la empresa A emplea de manera más eficiente que la empresa B.
El ROCE es especialmente útil cuando se compara el desempeño de las empresas en sectores intensivos en capital, tales como petróleo y gas, automóviles, telecomunicaciones, construcción, trenes, aerolíneas, minería, acero, químicas, utilities… Esto es porque a diferencia de rentabilidad sobre recursos propios (ROE), que sólo analiza la rentabilidad en relación con el capital ordinario de una empresa, el ROCE considera la deuda a largo plazo y demás pasivos. Esto proporciona una mejor indicación de rendimiento financiero para las empresas con una deuda importante.
En el capital empleado, los ajustes pueden a veces ser necesarios para obtener una representación más fiel del ROCE. Por ejemplo, una empresa puede tener de vez en cuando una cantidad excesiva de efectivo, pero ya que ese dinero no se emplea activamente en el negocio, es posible que tenga que ser restada del capital empleado para obtener una medida más precisa del ROCE.
Asimismo, para una empresa, la tendencia rendimiento del capital invertido en los últimos años también es un indicador importante del rendimiento. En general, los inversores tienden a favorecer a las empresas con un número ROCE estables y el aumento constante que en aquellas empresas en el que el ROCE es especialmente volátil, lo que muestra claros síntomas de inestabilidad en el uso del capital en el largo plazo.